Belo Horizonte, Brasil.
La acción de Marcelo es de lo más insólita. Lo cierto es que el libre directo de Argentina tenía peligro, y más cuando el pateador no era otro que Messi. Pero no cabe duda que la pizarra de Tite había trabajado la acción de peligro. Brasil lució una barrera con seis efectivos y, ante la sorpresa del Mineirao, Marcelo se colocó por detrás de sus centrales, hincó la rodilla y esperó paciente que el crack argentino ejecutara el disparo.
El objetivo estaba claro: los centrales, con Miranda al frente, tenían la misión de saltar para evitar que el disparo de Messi se colara justo por encima de sus cabezas mientras que Marcelo era el sacrificado en el caso que Leo decidiera sorprender a Alisson con un remate raso junto al poste.
Marcelo, lateral izquierdo de la selección brasileña y del Real Madrid, mostró una nueva forma de detener los tiros libres de Lionel Messi, el crack de Argentina y del FC Barcelona.
En el minuto 36 del partido que ganó Brasil (3-0) a la albiceleste, el defensa madridista decidió reforzar la barrera de la Seleçao con una inusual posición sobre el terreno de juego: agachado justo detrás de sus compañeros estáticos.
Brasil salió bien parado porque el disparo de Leo no llevó ningún peligro y Marcelo tampoco se llevó ningún balonazo.
