15/06/2025
09:54 PM

'Soy insaciable'

La estadounidense Serena Williams humilló de la forma más cruel a la rusa María Sharapova al derrotarla por 6-1 y 6-2, en 63 minutos, el sábado en una de las finales femeninas más cortas del Abierto de Australia.

La estadounidense Serena Williams humilló de la forma más cruel a la rusa María Sharapova al derrotarla por 6-1 y 6-2, en 63 minutos, el sábado en una de las finales femeninas más cortas del Abierto de Australia.

“Soy insaciable”, dijo la norteamericana mientras saludaba a un público entregado.

Rápida, contundente, expeditiva, en la línea del suizo Roger Federer y del chileno Fernando González, protagonistas de la final masculina, hoy, Serena entusiasmó con su juego.

De hecho, luego comentó que se inspiró en las victorias de ellos en semifinales.

“Yo también podía hacerlo”, dijo. Serena se alzó con su tercer Abierto de Australia, dejando al público con la miel en los labios, pues todos esperaban una lucha más dura por parte de “Misha”, que mañana recuperará el puesto de número uno del mundo.

Pero la que jugó como una auténtica reina del tenis mundial fue Serena para lograr su octavo título de Grand Slam, el 27 de su carrera, ahora ya está en el puesto 14 del mundo.

Con el techo cerrado Serena supo que la victoria podía ser suya apoyada en su mejor saque.

Sharapova nunca supo qué hacer para detener a su rival. Anclada en el fondo se parapetó como pudo para contrarrestar la fuerza de Serena, que ayer anotó siete aces para acabar con 64 totales, como líder indiscutible en estas dos semanas. No hubo dudas en la victoria de Serena, que se tumbó a lo largo en la pista tras lograr el último punto con un revés a mitad de la pista.

Luego saltó de alegría, bailó de júbilo y repartió besos por doquier.

El abierto

Le peor humillada en una final del Abierto de Australia la recibió la española Arantxa Sánchez Vicario en 1994, cayendo 6-0 y 6-2 ante Steffi Graf.

En 2006 tampoco hubo color en la final, la francesa Amelie Mauresmo ganó el título al vencer a la belga Justine Henin-Hardenne por 6-1, 2-0 y abandonó por enfermedad.

Con el mismo traje verde de las dos semanas, y llorando, Serena dedicó el título a su hermana mayor Yetunde Price, asesinada el 13 de septiembre de 2003 en Los Ángeles.

Serena, 81 en el mundo, se convirtió en la segunda tenista que se corona campeona de este Abierto, sin ser cabeza de serie (Chris ONeil en 1978) y la séptima que gana tres veces este título.