Pese a lo dicho, la menos de las hermanas aclaró: “No siempre estuve segura de mi misma a nivel corporal. Recién hace seis o siete años lo comencé a hacer. Siempre le recomiendo a la gente que se sienta bien consigo mismo”.
“Hoy amo lo que soy, pero antes no era fácil. Me tomó mucho tiempo”, continuó.
Al parecer, Serena la pasó mal de joven y hoy puede disfrutar de su cuerpo. “Crecí entre un montón de hermanas, yo era la más joven y estaba muy gorda. Mi hermana Venus era tan alta y delgada, y si a eso le sumamos los prejuicios sociales, era muy difícil”, dijo la de Estados Unidos a la revista DuJour.
“Tuve que aprender a abrazarme a mis propias curvas”, agregó.
Además, se refirió a su relación con los fanáticos: “Durante el torneo casi nunca salgo del hotel. No puedo decirle que no a la gente cuando me pide fotos, pero se juntan 20 o 30 y ya es imposible”.