Lleva 18 años, casi la mitad de sus 39, en Inglaterra y allí le conocen por Bob. Es toda una institución en el Wigan, al que llegó como jugador en 1995 y volvió en 2009 de entrenador, pero el sábado el español Roberto Martínez se graduó en Wembley Roberto Martínez, natural de Balaguer (Lérida, Cataluña), tomó a los 22 años una decisión arriesgada que con el tiempo le ha permitido triunfar en el fútbol europeo.
Dave Whelan, el empresario local que acababa de asumir la presidencia del Wigan, apostó por él y otros dos jóvenes surgidos de la cantera del Zaragoza, Jesús Seba e Isidro Díaz, en 1995.
Los 'Three Amigos', como se les llamó, llegaron a la Cuarta División inglesa mucho antes de que el fútbol español irrumpiera en la Premier League y gozara del reconocimiento actual.
ÍDOLO DESDE EL PRIMER AÑO
De los tres, Roberto Martínez se consolidó en el Wigan desde el primer momento y dejó de ser un emigrante anónimo para convertirse en un ídolo. En su primer año se convirtió en el pichichi y mejor jugador del equipo y en el segundo, en 1997, ascendió a Tercera.
Roberto Martínez dejó el Wigan en 2001 y seís años después se retiró. En ese 2007 debutó ya como técnico en el Swansea, su penúltimo equipo como futbolista y donde implantó el juego creativo y ofensivo que, de la mano de Michael Laudrup, llevó al club galés a ganar en febrero su primer título en Inglaterra, la Copa de la Liga.
En 2008 ascendió al Swansea a Segunda y en 2009, ya convertido en un técnico codiciado, Dave Whelan volvió a llamarle con el Wigan ya en la Premier desde 2005. Roberto Martínez lucha un año más por rescatar a los 'latics' del descenso (ahora son antepenúltimos) y obrar otra vez el milagro de mantenerles en la élite.
Ése es el objetivo, pero para el Wigan el sábado fue el día más grande de su historia. También para Dave Whelan, que en 1960, con 23 años, jugó el último partido de su carrera en el viejo Wembley al romperse una pierna en la final de la FA Cup que perdió con el Blackburn ante el Wolverhampton.
'Whelan siente que desde entonces tiene algo pendiente', recordó el sábado Roberto Martínez y por eso le ofrece, si la Federación lo permite, dirigir al equipo en la final del 11 de mayo ante el City.
REBROTA LA VIOLENCIA EN INGLATERRA
Inglaterra sigue bajo el impacto de los brotes de violencia de las hinchadas Millwall y Newcastle. Éste prohibirá de por vida la entrada a su estadio a los detenidos tras el derbi del domingo ante el Sunderland. 'Estamos avergonzados y sin palabras', indicó el Newcastle.
El Millwall, de Segunda, admite que 'se ha dado un paso atrás' en su campaña por acabar con la imagen violenta de su afición. El sábado se peleó entre sí en Wembley en la 'semi' de la FA Cup ante Wigan y al parecer algunos hinchas habían consumido un alto índice de cocaína.