San Salvador.
El entrenador hondureño Ramón el “Primitivo” Maradiaga, quien dirige a la selección de El Salvador, expresó ayer que el partido eliminatorio de hoy contra Honduras en suelo salvadoreño será una nueva historia en la que no importan las estadísticas que dan la hegemonía de triunfos a los hondureños.
Además, que “conoce las virtudes y debilidades” de los jugadores hondureños.
El entrenador hondureño Ramón el “Primitivo” Maradiaga, quien dirige a la selección de El Salvador, expresó ayer que el partido eliminatorio de hoy contra Honduras en suelo salvadoreño será una nueva historia en la que no importan las estadísticas que dan la hegemonía de triunfos a los hondureños.
Además, que “conoce las virtudes y debilidades” de los jugadores hondureños.
¿Cómo será el planteamiento de El Salvador, agresivo o defensivo? ¿Cómo espera que se presente Honduras?
En el fútbol tenemos dos etapas: cuando tengamos el balón, buscar el arco contrario, y cuando no, debemos defendernos. El juego determinará nuestro posicionamiento. Podemos hacer una presión alta. Hay momentos en los que quizá no podremos hacer presión y tendremos que respetarlos para hacer cosas que de alguna manera impidan el progreso de la Selección de Honduras. El campo tiene dos arcos, uno para atacar y otro para defender.
Las estadísticas en un partido no juegan, pero ¿cuál va a ser la clave para ganarle a Honduras?
Primero, el hecho de que el jugador esté convencido de lo que hemos hecho, que asimila la información que le estamos dando. Luego viene la parte de cada uno, poner a disposición esas virtudes y habilidades innatas que posee. Lo podemos poner en el orden que prefiero: primero, la mentalidad. El fútbol no es matemático, no es exacto. Este es el presente y es tiempo de cambiar la historia. Los números no me preocupan, son solo para ponerlos en la camisa para identificar a los jugadores, no para ponerlos en la cancha.
¿Desde el banquillo también hay una batalla para demostrar la calidad de técnico que es? ¿Qué piensa de Pinto?
No tengo que demostrar nada. A veces pensamos que tenemos un nombre y un prestigio. Siempre digo que cuando vine al mundo vine sin nombre, a mí me lo pusieron y no lo pedí. Me pusieron un apodo que no pedí y con ese he ido creciendo. No cuido un prestigio, sino un trabajo que hago de la mejor manera. No es algo que me quita el sueño. En cuanto a Pinto, lo he dicho en muchas oportunidades, tiene mis respetos. Es un técnico galardonado, en particular en la última Copa del Mundo. Ha tenido procesos en los que no le ha ido nada bien. No puedo decir más que lo respeto.
Usted conoce a la Selección de Honduras, ¿tiene la seguridad de sorprender a Pinto mañana?
Quizá no es sorprender, pero tengo seguridad y confianza. Sorprender, no, porque como todos él pudo haber tenido información. Quizá vio videos de la Copa Oro donde esta Cerén y Derby. Hay algunos jugadores que no vio y posiciones que no conoce, de donde puedo echar mano. No puedo decir que saque ventajas, pero es una opción mínima. Yo puedo describir hasta la manera en la que se puede sentar un jugador de Honduras, detalle por detalle. He trabajado con la mayoría, los he enfrentado y sé cuáles son sus virtudes y debilidades. Quizá eso me permite tener un cierto margen de ventaja que no es tan determinante. Lo importante es lo que hagan los jugadores, pues yo puedo transmitirles información, pero si hacen lo contrario de nada servirá toda esa información.
