El entrenador de la Selección Nacional de Honduras, Jorge Luis Pinto, no se confía de nadie, anda pendiente hasta del más mínimo detalle en cada entrenamiento y más aún si trata de un partido eliminatorio.
Apenas había comenzado la práctica en el BC Place Stadium cuando ordenó a sus ayudantes a recorrer las graderías del estadio para asegurarse que nadie los estuviera espiando.
Y es que Pinto desde que llegó a Honduras dejó notar que no deja nada al descubierto, no le gustan las improvisaciones, es obsesionado con el orden y la disciplina y no permite que nada ni nadie se entrometa en su trabajo.
Después de unos 10 minutos registrando asiento, sala de prensa y cualquier rincón donde podía haber una persona o cámara escondida, pudo seguir entrenando tranquilo.