Pablo Lavallén se convirtió en el nuevo director técnico del Marathón y su primera entrevista en su regreso a Honduras se la dio a La Prensa. El entrenador argentino visitó la sala de redacción del Grupo OPSA y dialogó de varios temas.
El sudamericano habló de contrataciones en Marathón y adelanta que habrá de tres a cuatro fichajes, como lo impresionado que está por las instalaciones que posee el Monstruo Verde. Se siente satisfecho de ser parte del club sampedrano.
Otro de los temas que reveló en la charla con los periodistas Gustavo Roca y Jafeth Moreno, fue su salida del Olimpia en 2022, cómo se dio y quiénes aportaron para que el técnico ex Colón de Santa Fe, fuera despedido por el club albo.
"Ya renovó Chelito Martínez y nosotros lo tenemos consensuado, nunca voy a decir 'este jugador va a jugar', pero en algún momento va a tener minutos y dependerá de él", dijo en referencia de Francisco Martínez.
Bienvenido, profe. Llegó en buena fecha a San Pedro Sula, en plena feria juniana, ¿ha salido a dar una vuelta?
No, no, todavía no, porque entrenamos un doble turno en estos días. El lunes que arrancamos la pretemporada y, sin duda, hay mucho trabajo por hacer. Las salidas vendrán para cuando empecemos a competir, que seguramente vamos a trabajar de un modo simple y seguramente podremos conocer la ciudad, que es linda. Seguramente.
Profe, ¿qué tal le sienta San Pedro Sula? Ya estuvo en Tegucigalpa, pero San Pedro Sula es un poquito más caliente, con más humedad. ¿Cómo va esa adaptación?
Con el tema de la temperatura, lógicamente sí se siente. Tardas a veces algunos días en aclimatarte, pero lo estamos llevando bien. Lo principal es que los jugadores aporten la temperatura de este lugar y que también eso nos juega un favor desde lo deportivo.
¿Qué le ha parecido al plantel de jugadores que tiene Marathón?
Es un plantel que tiene una buena mezcla entre algunos jugadores de experiencia y jugadores juveniles que ya tienen una buena cantidad de partidos en primera división. Siempre es grato poder trabajar con jugadores de escasa edad, porque eso hace que el futbolista sea más receptivo. A veces, con los jugadores grandes cuesta cambiarles las formas, la rutina, lo que están acostumbrados ellos a hacer. Pero con los jugadores más jóvenes son mucho más moldeables, y los jugadores grandes que hay en el plantel, la verdad, han recibido de buena manera la forma de entrenar, así que estamos bien.
¿Qué ha percibido de los jóvenes y de los de experiencia?
Es un plantel con ganas de trabajar, de aprender. Más allá de que no se le ha dado el campeonato en los últimos torneos a Marathón, creemos que siempre hay que buscar darle una vuelta más de rosca a todo. El hecho de que hoy tengamos un plantel joven, y que ya tienen muchos minutos en su haber para sumarle al equipo. Creemos que el jugador se adaptó muy rápido a lo que nosotros venimos a proponerle. Sin duda hay que hacer un esfuerzo para querer estar entre los primeros, llegar a una final primeramente, que es el objetivo, y después ganarla. Pero para eso hay que sacrificarse, hacer una buena pretemporada y estar atentos y receptivos a lo que nosotros le vamos a pedir.
Llega a un equipo que es el único en Honduras que tiene estadio propio, el Marathón, que tiene unas bonitas instalaciones. ¿Qué le parecieron?
Muy aptas para trabajar. La verdad que lo conocimos un par de días antes de arrancar la pretemporada y, lógicamente, nos gustaron. Sabíamos dónde veníamos. Ya nos habían contado, gente conocida que ha jugado aquí en el club. En las conversaciones que tuvimos con la agencia, siempre nos preguntamos con qué material cuentan, con qué infraestructura cuentan para el equipo, y la verdad que está muy bien. No tenemos ningún tipo de queja en ese sentido. Las canchas están buenas y solo queda trabajar.
En cuanto a los jóvenes, se llaman como Isaac Castillo, Odín Ramos, Javier Arriaga. Ellos fueron una base importante del equipo mundialista sub-20 en Argentina. ¿Está esa tarea de darles una chispa o idea para que sigan creciendo?
Bueno, eso es un proceso normal. Los jugadores, cuando empiezan a jugar en primera división y tienen buenas características o buen nivel, se sorprenden porque los rivales no los conocen, porque son una aparición novedosa. Está todo eso de la emocionalidad del futbolista: cuando les va bien, se animan a ser más protagonistas. Después, lógicamente, hay una meseta en todas las carreras de los juveniles, porque ya los rivales los conocen, los respetan, aprenden a cómo marcarlos, a cómo neutralizarlos.
Y ahí es donde hay que trabajar con esos jugadores que tienen por ahí una o dos temporadas en primera, para que sigan su ascenso como futbolistas, darles nuevas herramientas. Yo creo que el equipo tiene ese tipo de futbolistas, como nombraste: Bueso, Espinoza, Odín, Isaac Castillo. Y al lado de los Ramírez, los Martínez, los Rivera, que son ya jugadores más consolidados, con las herramientas que les podemos dar a nosotros, seguramente les vamos a tratar de sacar el mayor nivel posible.
¿Cómo fue ese primer contacto con Marathón? ¿Le sorprendió cuando miró una llamada desde Honduras?
No, no. En realidad fue una llamada de un excompañero que jugó conmigo en México, muy amigo de Mario Berríos. Él fue quizás el nexo para el contacto.
¿Quién fue el nexo para su llegada al Marathón?
Wilmer Velásquez. Fuimos compañeros en Atlas de Guadalajara en el 97-98, y él me comentó que Marathón estaba buscando un entrenador. Tenía buena amistad con el gerente deportivo, que es Mario, y me preguntó si le podía pasar mi número. Lógicamente accedí. Así empezamos a hablar con Mario, y él me fue contando un poquito de lo que era el proyecto de Marathón, con juveniles, con un equipo con buena infraestructura. Fuimos avanzando en las conversaciones hasta que después tuvimos un Zoom con el presidente, el vicepresidente y mi cuerpo técnico, para profundizar algunas situaciones. Lógicamente, después fue avanzando todo.
¿Se podría decir que Wilmer Velásquez se convirtió en su representante por unas horas?
Sí, sí, fue el nexo, fue el que nos conectó. El fútbol tiene mucho de este tipo de situaciones. A veces los excompañeros o jugadores ya retirados, o que uno ha dirigido en otro lado, mantienen vínculos. Y cuando hay charlas de entrenadores, los dirigentes no solo hablan con representantes, sino que también escuchan a exfutbolistas o directores deportivos que tienen amigos. Fue Wilmer, creo que fue uno de los factores importantes para que yo esté aquí hoy.
¿Mantenía contacto frecuente con Wilmer o se retomó al venir a Honduras?
Sí, siempre estuvimos en contacto. Hoy es muy difícil no mantener comunicación con el WhatsApp, las redes sociales . Es fácil conectarse, charlar cada tanto. Quizás antes de venir a Tegucigalpa no hablaba mucho con él, pero lo tenía en mis contactos. Él siempre tuvo una buena consideración de nuestro trabajo, y eso ayudó a que se le ocurriera nuestro nombre al momento de recomendarnos.
¿Antes de venir a Honduras por primera vez qué referencias tenía del fútbol hondureño?
Antes de llegar a Olimpia tuve algunas charlas con Pedro Troglio, él me orientó un poco más sobre lo que iba a encontrar en la liga. Cuando estaba en México como jugador, también competimos algunas veces con equipos de Centroamérica, y uno recuerda el perfil del futbolista de esta región. Ya con mi paso por Honduras en 2022, tenía muchas más herramientas para saber qué me iba a encontrar en el presente.
¿Qué tan caro le salió al Marathón ficharlo?
No creo que haya sido caro. Cuando hablamos inicialmente, me interesó saber hacia dónde se dirigían con el proyecto deportivo, eso para mí es vital. Cuando me dio la posibilidad de tener un equipo joven, de apostar por jugadores del club y reservas, eso me atrajo. Es un lindo desafío. Los equipos deben ser una mezcla entre juveniles con frescura e intensidad, y jugadores con experiencia. Por ese lado me cerró todo. La parte económica siempre fue secundaria. El club le dijo a mi representante cuál era el presupuesto disponible y no hubo ningún problema.
¿Usted se considera un técnico caro?
No, no me considero un entrenador caro. Lo primero que evalúo es el proyecto deportivo. Venimos del extranjero ya veces el cuerpo técnico cuenta con más integrantes, a veces con menos. En este caso vinimos tres, pero en otros equipos como Melgar o The Strongest fuimos cinco o seis. Depende del presupuesto. Si el proyecto se cierra, decidimos cuántos venimos y qué puede aportar el club. En este caso tengo un asistente técnico más, un entrenador de porteros, un preparador físico y un segundo preparador físico que ayuda al que yo traigo. Esas son cosas que se hablan antes, y si hay acuerdo, se avanza.
¿Considera su regreso a Honduras como una revancha tras su paso anterior por Olimpia?
No, no creo en las revanchas en la vida. Son oportunidades y experiencias. Me tocó estar hace tres años, aprendí muchas cosas, y ahora tengo la oportunidad de venir a otro equipo, pelear desde otro lugar, en este año del centenario del club, e ir por el campeonato. Todos los entrenadores y jugadores anhelan eso, pero no siento que tenga algo que demostrar.
Mi carrera sigue en cada club. El trabajo es el mismo. A veces se obtienen mejores resultados, a veces no. Mi objetivo es que cuando me vaya, el jugador sea mejor que cuando llegue. Si logro eso, el trabajo habrá servido. En el fútbol solo gana uno, pero el trayecto también vale. A veces se elogia solo al que gana y no se valora todo el proceso.
Pese a no ganar el título, muchos valoraron su trabajo en Olimpia. La prensa, la afición e incluso el olimpismo decían que ese equipo merecía más, que jugaba mejor. Entonces se valoró el trabajo. En el fútbol uno tiene que mirar hacia dónde se dirige. Hoy, viendo el Mundial de Clubes , observamos equipos de Europa y Sudamérica. Tenemos que tratar de que el futbolista de esta región crezca en conceptos y herramientas de juego. Me apasiona darle a mis jugadores todas las herramientas: saber contragolpear, aprovechar la pelota parada, jugar desde la posesión. Me gusta el proceso. A veces he llegado a finales y no se dio el título, pero quizás este sea el momento.
Alexy Vega está interesada en el extranjero, ¿qué conocimiento de su estado?
Yo quiero creer que lo vamos a tener, cuento con él, seguramente cuando tenga un jugador de selección prácticamente saber que ese lugar ya está abierto. Lo vamos a esperar a cuando regresemos para conocernos y sacar lo mejor. Si el torneo anterior hizo siete u ocho goles, que el siguiente anota 10 y lo ayudarás.
¿Cómo fue su salida de Olimpia?
Fue una situación rara. No habíamos hablado de una salida. Me convocaron a una charla para ver cómo rearmar el equipo, qué jugadores se podían quedar, cuáles debían salir... y después de dos horas me dijeron que no iba a continuar. No entendí bien el motivo de la charla. No fue algo que me esperaba. En mi carrera fue la vez que menos me esperaba que se terminara el ciclo. Cuando uno prevé que algo no funciona, no se necesita una charla de dos horas. Se toma la decisión y listo. Me pareció raro, pero los clubes los manejan personas y cada quien actúa a su manera.
¿Tuvo algún problema con algún jugador en Olimpia?
Sí, hubo situaciones que no me gustaron. Las hables individualmente y luego con el grupo. Incluso con la persona que después decidió que nuestro ciclo había terminado. En su momento, parecía estar de nuestro lado, viendo que había cosas que no funcionaban, y hasta habló en esa reunión. Pero seguramente pasaron cosas que no sé y que llevaron a la directiva a tomar esa decisión. Siempre hay situaciones en los clubes. A veces el plantel está alineado con el entrenador, otras veces no. Si no puedo convencer a los jugadores, el club debe elegir. Pero no me escondo, cuando algo no me gusta, lo digo.
¿Le hicieron la cama los jugadores de Olimpia?
No. Fui futbolista durante casi 20 años y sé que cuando uno no está de acuerdo con el entrenador, no entra a la cancha a perder. El que está jugando es uno. El entrenador está afuera. No creo que un futbolista entre sin interés de ganar. Juega tu propio prestigio. Las decisiones las toman los que dirigen, no los jugadores. Si hay jugadores que le dicen a la dirigencia qué hacer con el entrenador, eso está mal. Pero no sé si pasó. Si pasa, no debería pasar. El rumbo lo marca la directiva. El entrenador y los jugadores deben alinearse con ese proyecto.
¿Hubo roces con uno o varios jugadores?
Sí, con dos o tres jugadores. No me gustaron ciertas actitudes. Soy muy frontal. Cuando algo no me gusta, lo hablo primero en privado. Si no mejora, lo expongo ante el plantel . No soy de hablar públicamente. Esta es la primera vez que habló con la prensa desde que salió de Olimpia. En su momento no hice declaraciones ni me defendí.
Pondré un nombre en específico: Jerry Bengtson . Usted dijo en conferencia su padecimiento y el porqué su ausencia, y él respondió con palabras pocas decorosas en redes...Sí, fue uno de los jugadores que estuvo parado mes y medio. Lo aclaré con él, con el doctor y con el grupo. Ahí quedó. Cada uno es responsable de lo que dice. Hablé con él sobre cómo estaba actuando, también con el médico, y lo aclaramos. Jerry sigue siendo un gran jugador y goleador. Yo enfrento las cosas. A veces se pueden solucionar, a veces no, pero no dejo pasar situaciones.
Mi cuerpo técnico tiene reglas claras de trabajo: respeto, puntualidad, comportamiento técnico entre compañeros, dirigentes y cuerpo. Es un conjunto de normas que los mismos jugadores ayudan a construir y firmar. Si después no se respetan , yo enfrento la situación. No se puede permitir que uno haga lo que no compita mientras otros sí lo hacen. Soy parejo para todos, desde el que tiene 20 años hasta el más experimentado.
