Fortaleza, Brasil.
La selección de México sufrió este domingo ante Holanda su sexta eliminación consecutiva en los octavos de final de un Mundial y lo hizo de la forma más cruel, cuando acariciaba el triunfo a dos minutos del final.
El gol de Giovani Dos Santos en el minuto 48 parecía condenar el conservador planteamiento de Louis Van Gaal y romper por fin con la 'maldición' de octavos que azota a México desde el Mundial de Estados Unidos-1994.
Pero dos despistes mexicanos convocaron de nuevo a su mala fortuna mundialista hacia el estadio Castelao de Fortaleza. En el 88 el cerebro holandés Wesley Sneijder aprovechó una mala defensa de un saque de córner para fusilar a Ochoa y, cuando el partido se dirigía a la prórroga, el árbitro señaló un innecesario penal del capitán Rafa Márquez a Robben que Huntelaar convirtió en la sentencia de muerte para el Tri.
El equipo de Miguel 'Piojo' Herrera puede regresar a México con la cabeza alta por haber mostrado un alto nivel en el Mundial, inesperado para muchos vista su desastrosa fase de clasificación, y contar con una interesante generación de jóvenes jugadores y con su técnico más carismático en décadas.
El 'Piojo' tomó en octubre al Tri y levantó a un equipo casi moribundo, que tuvo que pedir perdón a los aficionados por su triste paso por el hexagonal de la Concacaf.
Con su cercanía a los jugadores y afición, el temperamental Herrera contagió al equipo de su fe a prueba de bombas en el triunfo.
El 'Piojo' los convenció de que ellos eran los jugadores idóneos para volver por fin a los cuartos de final, que el Tri solo había alcanzado en los dos Mundiales que organizó en 1970 y 1986.
'Estamos muy convencidos por lo que trabajan los muchachos, por la mentalidad que traemos, de que seguro estaremos escribiendo una historia diferente de cuando México juega un Mundial fuera del país', aseguró Herrera en la conferencia de prensa previa al choque con Holanda.
Pero acabado el partido la decepción es inmensa para México, que estaba derrotando a un gigante como Holanda, subcampeona de Sudáfrica-2010, y acabó desfalleciendo cuando ya alcanzaba la orilla.
20 AÑOS DE DECEPCIÓN
Los intentos fallidos del Tri de regresar a unos cuartos de final empezaron en su país vecino y eterno rival, Estados Unidos. En el Mundial de 1994, México cayó en octavos ante Bulgaria en los penales (3-1), después de haber empatado 1-1 con goles de Alberto García Aspe, de penal, y Hristo Stoichkov.
Cuatro años después, en Francia-1998, superó una fase de grupos en la que estaban Holanda, Bélgica y Corea del Sur, para luego caer en octavos ante Alemania (2-1).
En aquel partido, México estuvo también en ventaja buena parte del segundo tiempo, tras un gol de Luis Hernández (47), pero Alemania le dio la vuelta en el último cuarto de hora con goles de Jurgen Klinsmann (75) y Oliver Bierhoff (86).
En Corea del Sur y Japón, en 2002, terminó primera de su grupo, delante de Italia, Croacia y Ecuador, pero sucumbió de forma dolorosa ante su vecino Estados Unidos por 2-0, una derrota que hirió el orgullo futbolístico de México.
Cuatro años después, en Alemania-2006, vino el que hasta ahora había sido su peor golpe. México pudo derrotar a la potente Argentina en los octavos de final pero acabó el tiempo reglamentario con empate a 1 y un espectacular gol de Maxi Rodríguez en el 98 dejó de piedra al Tri y lo mandó a casa.
Argentina fue de nuevo la bestia negra mexicana en Sudáfrica-2010 pero esta vez la derrotó con claridad 3-1 en los malditos octavos.
