El PSG finalmente cumplió el objetivo de ganar la primera Champions League de su historia. Lo hizo con una histórica goleada sobre el Inter de Milán en Múnich y Luis Enrique firmó su segundo triplete como entrenador.
La final disputada en el Allianz Arena tuvo muchos momentos de profunda emoción, pero especialmente cuando el técnico de 55 años recordó públicamente a su hija Xana, quien falleció en 2019.
Luis Enrique lució una camiseta con el dibujo de su hija y agradeció el homenaje de los hinchas del PSG, quienes desplegaron una pancarta gigante con la imagen de la niña, plantando una bandera del club francés en el césped.
En diálogo con ESPN, el entrenador expresó: “Xana está con la familia y con todos sus amigos. Todos los días, gane o pierda, está conmigo. Hoy seguro que estaría corriendo por aquí, aunque quizás ya sería un poco más mayor. Es un día muy bonito para compartir con toda la familia y amigos".
La declaración de Luis Enrique provocó un silencio entre Mariano Closs y su compañero Diego Latorre, que no pudieron contener las lágrimas al aire.
“Bueno, ¿cómo seguir sin emocionarse? Siendo padres todos nosotros, con esta entereza de Luis Enrique”, dijo Closs, visiblemente afectado. “Dame un minuto, dame un minuto porque es muy fuerte”, alcanzó a decir Latorre, quebrado por la emoción.
"No sé cómo se transforma ese dolor. Uno no puede imaginar un dolor semejante. No tiene nombre. Sin embargo, él ha podido imaginar a su hija corriendo por el estadio", añadió Latorre.
En la rueda de prensa posterior, Luis Enrique también fue consultado por ese gesto de los aficionados del PSG con Xana. "Muy emocionante la pancarta de los aficionados, pero yo no necesito ganar una Champions para recordar a mi hija. Ella siempre está presente, y la siento especialmente cuando las cosas no salen bien", expresó.
"Tenemos que sacar lo positivo de lo negativo. Es la mentalidad que tenemos en la familia. Repito: no necesito ganar un trofeo para recordar a mi hija. A ella la siento todos los días conmigo", sentenció.