Como todo un clásico centroamericano se vivió el partido entre Honduras y Costa Rica por la triangular Sub-23 clasificatorio al PreOlímpico que se disputará en Estados Unidos.
Juego bravo y peleado en el medio del campo. Todo iba normal y el encuentro estaba por terminar, con la Bicolor buscando ganar tras empatar el marcador 2-2 con el gol de Eddie Hernández a los 84 minutos.
Pero a los 88', se dio un acto bochornoso entre las bancas de ambas selecciones. La bronca la comenzó el jugador Diego Estrada cuando recogió el gafete de capitán que se le había caído a Johnny Leverón y el tico se lo lanzó de una manera despectiva al catracho, quien le reclamó.
Ese acto lo observó el técnico de Honduras, Miguel Falero, y se dirigió línea uno, el salvadoreño Douglas Bermúdez, para señalarle la acción de Estrada y que el futbolista fuera amonestado.
El seleccionador de Costa Rica, Ronald González, no se quedó atrás y le reclamó muy ardidamente a Bermúmez para que no hiciera caso a las palabras de Falero, lo que calentó a las bancas y se enfrascaron en una lucha.
En las tomas de la televisión se vió a Reynaldo Clavasquín, asistente técnico de la Bicolor, discutir con González. Luego tuvo que intervenir la Policía para separar a los jugadores y cuerpo técnicos de ambos equipos.
Con los ánimos un poco más caldeados, el central panameño Jafet Perea consultó con su asistente y expulsó a Diego Estrada.