San Pedro Sula, Honduras.
El delantero hondureño Jonathan Rubio espera ganarse la confianza del nuevo técnico del Gil Vicente portugués, Álvaro Magalhães.
El talentoso joven de 19 años, formado en el club Enerma de Néstor Matamala y luego en la Fundación Marcet de Barcelona, tiene un nuevo reto después de haber destacado en las reservas del Gil Vicente y luego pasar al primer equipo. No tuvo los minutos que esperaba, pero ese es su principal motivación para sumarse a la pretemporada del club que ahora es inquilino de la Primera División en Portugal.
“Espero afianzarme en el equipo. Meter un gol en primera sería un sueño hecho realidad. No es fácil con 19 años ganarse un puesto en Portugal. No es solo ir y jugar. Hay una gran competencia y presión”, nos comenta.
Su evolución física ha sido notable en comparación a aquel chico que tomó sus maletas para aventurarse por Europa. “Al principio fue difícil, pero me adapté rápido y eso sirvió para que me ascendieran al primer equipo”, refiere.
En los primeros meses ayudó la presencia de Brayan Beckeles (Boavista), después ha tenido que andar solo, bajo la sombra de David Suazo. El nombre de la Pantera aún tiene validez. “Lo recuerdan con mucho cariño. Cuando escuchan Honduras, rápido dicen ‘Suazo’”, señala.
Al fútbol portugués lo define como “técnico y físico”, y no bajará los brazos hasta hacerse sentir. “Espero tener mayor participación, tener más minutos. Quiero demostrar en Portugal, después veremos qué pasa”.
Y agrega: “Mi sueño es jugar en la liga española”. Otra asignatura que tiene pendiente es la Selección Nacional. Aferrado a Dios, espera que ese anhelo se cumpla.
“Es un sueño, eso no me lo puede quitar nadie. Espero algún día ser tomado en cuenta. Sé que la oportunidad llegará en su tiempo”, concluye. Rubio deberá presentarse el 30 de junio a los trabajos del club y lo hará con la ilusión de encontrar la recompensa a su esfuerzo.
