Real Madrid y FC Barcelona tiene programado jugar este sábado 26 de abril la final de la Copa del Rey, pero el partido se ha puesto en duda por el plantón del club merengue tras las fuertes declaraciones y amenazas de los árbitros que pitarán el encuentro.
El equipo que preside Florentino Pérez pide que se cambien los árbitros que amenazaron al Real Madrid por los videos que emite el canal de televisión del club. Los de Carlo Ancelotti no entrenaron ni se presentaron a la conferencia de prensa.
Real Madrid se ha plantado a no disputar la final de la Copa del Rey, misma situación que vivió un día el Fútbol Club Barcelona y decidió no jugar en esa ocasión, protestando contra la Real Federación Española de Fútbol.
¿Por qué el Barcelona se plantó en la Copa del Rey?
Fue el 25 de abril del año 2000 cuando se vivió una de las jornadas más absurdas en la historia de la Copa del Rey. El Barcelona protagonizó un plantón en la vuelta de las semifinales de la competición en el Camp Nou contra el Atlético de Madrid.
En el juego de ida, los colchoneros prácticamente sentenciaron la eliminatoria con un 3-0 contundente. La gran polémica llegó con el partido de vuelta en Barcelona ya que coincidía en el calendario con días reservados a juegos de selecciones y el equipo azulgrana tenía muchas bajas.
No estaban disponibles para el técnico Louis van Gaal ni Rivaldo, Jari Litmanen, Boudewijn Zenden, Cocu, Winston Bogarde, Patrick Kluivert, Michael Reiziger, Frank de Boer y Luis Figo. Además, contaba con tres lesionados y las normas de la Federación impedían alinear a más de tres integrantes del filial.
El Barcelona intentó desconvocar a algunos jugadores pero los seleccionadores, entre ellos Frank Rijkaard de Países Bajos, se negaron porque en verano se jugaba la Eurocopa en Bélgica y Países Bajos.
Durante la semana, el presidente del Barça, Josep Lluís Nuñez, ya dejó entrever que no jugarían. “No participar en la farsa en la que consistiría la disputa de este partido. No podemos competir. Y no pensamos hacer el ridículo. ¿Es que acaso Hesp deberá jugar de delantero?”. Fue un órdago en toda regla pero la RFEF no dio su brazo a torcer y no aplazó el partido, además de advertir al club azulgrana de las consecuencias de no presentarse.
Y con este escenario se llegó al día del partido. Lo que se vivió fue un auténtico disparate. El Camp Nou abrió sus puertas y algún centenar de seguidores acudió al estadio. El Atlético de Madrid y los árbitros se situaron sobre el césped para dar inicio al partido mientras que los diez jugadores del Barcelona -Ruud Hesp, Frédéric Déhu, Pep Guardiola, Abelardo Fernández, Sergi Barjuan, Dani, Simão, Xavi, Gabri y Carles Puyol- más Francesc Arnau, el portero suplente, se quedaron en la banda. Las caras de los futbolistas azulgranas eran un auténtico poema.
Guardiola, como capitán, abandonó la fila y se adelantó hacía el centro del campo junto al delegado el club, Carlos Naval, para comunicar al capitán del equipo rival, Santi Denia, y al árbitro del duelo, Manuel Díaz Vega, que el Barça no jugaría el partido.
El árbitro informó que un partido podía comenzar con un mínimo de siete jugadores, pero Guardiola, tal y como había decidido el club y el entrenador, Van Gaal, le repitió que no jugarían el encuentro. Y los azulgrana se fueron a los vestuarios.
El castigo de la RFEF al Barcelona
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dio por perdida la eliminatoria al FC Barcelona, excluyó al club culé de la siguiente edición de la Copa del Rey y le impuso una sanción de dos millones de pesetas.
Meses después, ya sin Josep Lluís Nuñez en el palco, el Barcelona se benefició de una amnistía de la RFEF. Ese verano, Ángel María Villar fue reelegido como presidente del máximo organismo del fútbol español y decidió dictar una medida de gracia después de su reelección, y el Barcelona fue indultado.
El Barça participó en la Copa del Rey de la temporada 2000-2001 y hasta llegó a las semifinales, donde fue eliminado por el Celta de Vigo en un partido recordado como el del adiós de Pep Guardiola como jugador azulgrana.
