Eran las 4:00 de la tarde cuando cerca de los cimientos del Olímpico apareció la imagen de un matrimonio de los que casi ya no existe. Eran los patriarcas de la familia Mejía-Castañeda, quienes no perdieron ocasión para apoyar a la Selección de Honduras.
'Desde que tengo uso de razón y ya sabía qué era el fútbol', comenzó diciendo Ofelia Castañeda, cuya frase fue respaldado por un vaticinio de su amado Rigoberto Mejía, quien dijo '2-0 vamos a ganar, lo de allá fue un descuido'.
'El entrenador fue el culpable prque se puso a defender. Claro que vamos a ganar hoy', agregó doña Ofe, quien indicó que pese al insulso empate del pasado viernes su amor por la H traspasa fronteras.
Los oriundos de Tela afirman que 'vamos a ganar contra el mundo y lo que sea', y es que sus 42 años juntos deben ser el reflejo de la solidez que debe mostrar la Bicolor hondureña en el engramado del Olímpico Metropolitano.
Ambos confiesan que son olimpistas de corazón y con 70 primaveras, en el caso de don Rigoberto, más 66, en el de doña Ofe, hay suficiente vivencia para creer que esta noche es posible ganarle a El Salvador.