Esta vez no hubo espacio para la polémica. El árbitro Benigno Pineda no lo permitió por el buen trabajo que realizó en el segundo juego de la final que se jugó anoche en el estadio Olímpico que vio al Marathón coronarse campeón por octava ocasión en su historia.
Pineda fue el encargado de impartir justicia y fue auxiliado en las bandas por Carlos Pastrana y Nery Sánchez; los tres hicieron un excelente trabajo, sin olvidar el cuarto árbitro José Cálix.
El tocapitos santabarbarense no se complicó y además sacó un juego limpio en el que sólo le mostró cartulina amarilla al defensor uruguayo del Marathón, Máximo Lucas.
“Estos partidos son complicados, pero gracias a Dios pudimos sacar bien el partido con la colaboración de los jugadores con quienes hablé en medio del partido para decirles que no arruinaran el trabajo hecho”, explicó el réferi nacional.
En la primera final hubo reclamos de parte del Olimpia por el arbitraje hecho por Óscar Moncada quien, aunque titubeó por un momento, sacó un buen partido.
El partido pintaba para un juego de alto riesgo, pero por fortuna, Pineda lo pudo sacar sin ningún sobresalto.
Dato
Benigno Pineda ha dirigido en once finales, incluyendo la de anoche. En el torneo que finalizó ayer pitó en nueve ocasiones.
