El galés Nigel Owens, considerado el mejor árbitro de rugby del mundo, confesó en las últimas horas las dificultades que le generó declararse abiertamente homosexual en 2007, el primero en hacerlo en su profesión.
En una entrevista para Desert Island Disc, un programa de la BBC Radio 4, ha confesado haber padecido bulimia y pensamientos suicidas por no aceptar su homosexualidad, llegando a pedir a su médico que le hicieran la castración química.
'Arbitrar el partido entre Australia y Nueva Zelanda (la final del Mundial de 2015) delante de 85.000 personas y un millón de personas viéndolo por televisión, escudriñando cada mínima decisión que haces bajo una enorme presión, no fue nada comparado con el reto de aceptar quién era”, comenzó explicando.
'Es un gran tabú ser gay en mi profesión, tenía que pensar mucho en ello porque no quería poner en peligro mi carrera', dijo cuando anunció en los medios de comunicación sus preferencias sexuales.
Eso le llevó incluso a acudir al médico: 'No quiero ser gay, ¿me pueden realizar la castración química?', confesó que llegó a preguntar antes de declararse homosexual.
| Owens reveló que pensó en lo peor tras declararse homosexual.
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A los 34 años, fue capaz de confesarle a su madre que era gay. Asimismo, confiesa haber recibido un gran apoyo de la Unión de Rugby de Gales. “A menos que estés contento con quien eres, no puedes sobresalir y ser el mejor en lo que sea que estés haciendo. No puedes disfrutar de la vida si no estás feliz contigo mismo”.
El mismo año en que confesó su homosexualidad, fue nombrado ‘Personalidad Deportiva Gay del Año’ por la organización benéfica Stonewall.
IMPORTANTE
La castración química consiste en la administración de medicamentos antiandrogénicos que anulan las funciones de las hormonas masculinas y, por tanto, también la conducta sexual del hombre.