No fue la noche de Raphael Varane. Tardará unos días en olvidar la visualización de dos acciones extrañas, con errores toscos en la entrega, que acabaron con la ilusión del Real Madrid de seguir vivo en la Champions League.
El defensa francés cometió dos graves errores que le costaron la eliminación al Real Madrid en el partido de vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League contra el Manchester City.
Varane es fiable casi siempre. Sin embargo, en el Etihad Stadium, no anduvo fino. El central galo recibió un pase de Thibaut Courtois dentro del área grande y se durmió en los laureles. Gabriel Jesús presionó su salida y le acabó robando el balón a un Varane que no consiguó recuperar la posición.
El horror de Varane contra Gabriel Jesus.
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La obsesión por recuperar el balón. Es una de las máximas del libreto de Pep Guardiola. Y el City llevó la fórmula Pep hasta sus últimas consecuencias. Salió al terreno de juego presionando muy arriba y eso provocó que el Real Madrid tuviera que jugar con el guardameta francés y con los centrales intentando sacar el balón jugado. Así cayó Varane en el errorazo.
Sterling celebrando su gol ante el lamento de Varane. Foto AFP
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Gabriel Jesús llegó primero que Courtois al balón y venció al guardameta belga con un toque de derecha. Y a celebrar. Así se acabó el sueño del Real Madrid en esta extraña Champions.
Sergio Ramos, en la grada por sanción, no podía creerlo. La reflexión de la noche invita a pensar que el español hace mejores a los centrales que juegan a su lado. Jugar con el capitán al lado siempre es un colchón, un muro de carga que ayuda a sujetar el equipo en el área.