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BMW 320d GT Luxury automático un rebelde con causa

  • 16 junio 2016 /

Provoca miradas a su alrededor por su diseño

BMW no deja de sorprender buscando los nichos en los que se mueven los compradores, deseosos de encontrar cosas distintas, productos que sobre todo no dejan indiferente a nadie.

Tracción delantera, monovolumen, SUV con carrocería coupé, híbridos enchufables, eléctricos..., BMW se atreve con todo y parece que con un alto grado de acierto.

Es el caso de la versión GT (Gran Turismo) de la exitosa Serie 3. Hasta ahora a lo que más se había atrevido BMW -sin tener en cuenta las motorizaciones M- era a dotarla de una carrocería familiar y la consabida Coupé, que ahora se comercializa como Serie 4.

Es un rebelde con causa que provoca miradas a su alrededor debido a que la gente lo confunde con un Serie 5 y a que no lo relaciona con la Serie 3.

BMW ha jugado con las proporciones y le ha dado un diseño que evoca las formas de un coupé a un vehículo que mide 4,82 metros de largo. El Serie 3 berlina y touring (familiar) se quedan en los 4,63 metros, mientras que un Serie 5 se va a los 4,91 metros.

También el Gran Turismo es 8 centímetros más alto que el Serie 3, lo que le da mayor empaque y le hace parecer más deportivo.

La vista lateral se distancia claramente de una berlina al uso gracias a unas ventanillas que carecen de marco y le dan ese toque coupé que sorprende a los pasajeros que acceden a su interior.

El GT es un claro transgresor que huye de encasillamientos y que busca aunar lo mejor de diferentes segmentos para que su propietario no tenga que renunciar a casi nada.

El dinamismo, en este caso, está asegurado con el motor diésel 2.0 de 190 CV que mueve con agilidad los casi 1.700 kilogramos de este GT. Es más que suficiente para la mayoría de personas que buscan este tipo de coches, que entre semana quieren un vehículo representativo y el fin de semana un automóvil amplio para la familia y el equipaje con el que salir a la carretera.

Lo que sí es recomendable para hacer aún más placenteros los viajes o los atascos en ciudad es la caja automática de 8 velocidades. Con esta amplitud de relaciones el coche siempre ofrece una respuesta rápida a la demanda del acelerador.

Foto: La Prensa

Hay que destacar que el GT puede equipar tres modos de conducción que actúan sobre la dirección, la respuesta del motor, de la amortiguación y de la caja de cambios.

Estos son Eco (enfocado para una conducción eficiente), el Normal y el Sport, con el que se puede disfrutar aún más de los 190 CV de este motor diésel 2.0.

El comportamiento en recta y en curva es muy estable y ni los 4,82 metros que mide de largo ni la tracción trasera se hacen notar en las carreteras reviradas.

No hay balanceos de la carrocería y los sistemas de seguridad mantienen a raya la tracción trasera para que no se produzcan sobrevirajes.

La dirección es precisa y el tacto es bueno. Además, la asistencia está bien calibrada para que el conductor sienta lo que pasa debajo del volante.

Este coupé familiar transmite aplomo y fiabilidad mecánica, sellos de la marca alemana, que se caracteriza por la calidad de ajuste del chasis para mantener sus coches muy pegados al suelo.

Foto: La Prensa

Elementos destacados son las branquias laterales para conducir el aire a la altura de las ruedas y el alerón trasero automático que se despliega a partir de 120 km/h.

A la parte delantera tampoco se le pueden poner pegas. El conductor tiene todo a mano y el mando MMI le facilita mucho los ajustes del navegador, de la radio o del teléfono, así como de los dispositivos multimedia.

Con los diferentes reglajes del asiento es fácil el acomodo de personas de 1,80 metros, sin que el pasajero que vaya detrás se vea encajonado.

El interior transmite calidad. Todo ajusta bien y no hay materiales que desentonen ni que parezcan antiguos. BMW sigue fiel a su diseño con la pantalla del equipo de infoentretenimiento en la parte alta del salpicadero.

Tampoco se ha decantado por hacer salpicaderos planos en los que predominan las líneas horizontales, que también marcan los diseños de los frontales.

El público potencial para el GT es amplio pero siempre y cuando busque algo distinto y no le importe tener un vehículo de casi 4,90 metros, que, eso sí, se manejan con la misma facilidad que su hermano pequeño, el Serie 3 normal.