La Semana de la Moda de Nueva York arranca mañana jueves con un calendario marcado por la presencia de más firmas emergentes y menos veteranas, en un contexto de creciente democratización de los eventos, hoy dominados por 'influencers' y transmisiones en línea.
La New York Fashion Week (NYFW) se inaugurará oficialmente con el desfile de un referente de la moda made in USA, Michael Kors, al que seguirán marcas consolidadas como Calvin Klein, Jason Wu y Norma Kamali. Entre las ausencias destacadas figuran Carolina Herrera, Marc Jacobs y Tommy Hilfiger.
Las primeras filas de los desfiles siguen reservadas a personalidades con acceso privilegiado, principalmente celebridades de la música y el cine. No obstante, cada vez ganan más protagonismo figuras de la era TikTok, conscientes las firmas de que la viralidad en redes sociales se traduce en visibilidad y ventas.
A esta tendencia se suma desde hace varias temporadas la retransmisión en directo de los desfiles, ofrecida por las propias marcas y ahora también proyectada en una pantalla gigante instalada a los pies del rascacielos Rockefeller. Esta emisión gratuita refleja la apertura reciente de la NYFW al público general. El evento fue concebido hace más de 80 años por la publicista Eleanor Lambert para impulsar el talento estadounidense mediante actividades exclusivas para la prensa.
Cambios en la era digital y los aranceles
La iniciativa NYFW Live, que mostrará en pantalla dos o tres desfiles diarios, cuenta como embajadores con el cantante mexicano Peso Pluma, la puertorriqueña Young Miko y la supermodelo sursudanesa Anok Yai, todos con millones de seguidores en redes sociales.
Algunos diseñadores emergentes han sabido conectar con las nuevas generaciones. Elena Velez, por ejemplo, sorprendió en febrero al convocar como modelo a Anna Delvey, la falsa heredera que inspiró la serie de Netflix Inventing Anna. En colecciones anteriores, presentó sus piezas en escenarios poco convencionales, como una pelea de barro.
Estas innovaciones reflejan la transformación del circuito, gestionado por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos (CFDA) y la agencia IMG, y que podría incorporar próximamente a una nueva entidad, KFN, con la misión de devolver protagonismo al evento.
De acuerdo con la revista Vogue, KFN trabaja en un plan para revitalizar la NYFW que incluye mayor financiación estatal y municipal para marcas emergentes, la búsqueda de una sede estable y la posibilidad de concentrar la cita en una sola semana anual en septiembre, eliminando la de febrero.
La necesidad de respaldo político ya ha encontrado eco en plena campaña electoral en Nueva York. Esta tarde, Andrew Cuomo, candidato independiente a la alcaldía, desfilará junto a varios legisladores para reivindicar “el poder de la moda”, según un comunicado.
La NYFW promete abrir debate sobre el futuro del sector. La firma Uniqlo, por ejemplo, celebrará un foro para discutir el impacto económico y en el consumo de los aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectan de manera significativa a los importadores textiles.