ROMA. Moschino fue la encargada de poner el toque multicolor a la
Semana de la Moda de Milán con una colección inspirada en los años sesenta que bien pudo ser un homenaje a
“la viuda de América”,
Jackie Kennedy.
La pasarela se llenó de trajes monocolor, formados por chaquetas y faldas por encima de la rodilla, en tonos flúor rojos, naranjas, verdes, azules y amarillos.
La minifalda fue una de las reinas de su pasarela y compartió protagonismo con los sombreros tipo “pillbox” y los bolsos pequeños de asa corta. El tejido “ vinilo” fue utilizado para trajes, faldas y chaquetas de cremallera diagonal y se alternó con los estampados característicos de la casa que sugieren que las prendas han salido de un cómic. Las modelos desfilaron con la piel teñida de amarillo, naranja y azul cielo.
La pasarela se llenó de trajes monocolor, formados por chaquetas y faldas por encima de la rodilla, en tonos flúor rojos, naranjas, verdes, azules y amarillos.
La minifalda fue una de las reinas de su pasarela y compartió protagonismo con los sombreros tipo “pillbox” y los bolsos pequeños de asa corta. El tejido “ vinilo” fue utilizado para trajes, faldas y chaquetas de cremallera diagonal y se alternó con los estampados característicos de la casa que sugieren que las prendas han salido de un cómic. Las modelos desfilaron con la piel teñida de amarillo, naranja y azul cielo.
Destacan las rayas y figuras ‘arty’ como salidas de un cómic, así como bolsos de mano y sombreros Pillbox.
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