El Viejo Montreal es perfecto para pasar horas caminando por sus calles, ir de compras y encontrar una atractiva concentración de restaurantes, cafeterías y bares. Hay plan para cualquier hora del día:
MAÑANA
Para que rinda el día hay que llegar al barrio alrededor de las nueve de la mañana. Las primeras horas del día, cuando las boutiques están aún cerradas, son perfectas para dar un paseo tranquilo a la orilla del río Saint Lawrence; por aquí es común ver gente ejercitándose o parejas que posan para alguna selfie.
Si el hambre apremia, lo ideal es llegar al cruce de las calles de Saint-Pierre y Saint-Paul, en donde se encuentra Marché de la Villette, un pequeño restaurante que ofrece baguettes, embutidos y la estrella de la casa: pastel de carne. El lugar es conocido porque lo han visitado figuras como, Channing Tatum y John Malkovich.
Ya con el corazón contento, se puede seguir. A tan solo a unos pasos se encuentra Centre Phi, un espacio multidisciplinario en el que es posible encontrar desde exposiciones, muestras de cine, hasta conciertos de rock.
TARDE
Una parada obligada es el museo Pointè-à-Callière, Montréal Museum of Archeology and History, ubicado en Place Royale. En este lugar se encontraba el fuerte Ville-Marie, cuando se fundó la ciudad, en el siglo 17; todavía se conservan algunos vestigios de él dentro del museo, los cuales se combinan con diferentes plataformas multimedia para explicar cómo fue evolucionando la metrópoli.
Si luego de recorrerlo, se antoja algo para comer se recomienda hacer una parada en Accords Bar à vin et Resto, en la calle Notre-Dame.
Este restaurante se distingue porque todos sus productos provienen de granjas pequeñas cercanas a la ciudad y también por su selección de vinos orgánicos. Vale la pena probar su plato de quesos de Quebec.
NOCHE
Ya con el estómago lleno, es momento de las preciadas compras. Una de las calle más famosas para ello es Saint-Paul, pues cuenta con decenas de boutiques de diseñadores de moda canadiense como Denis Gagnon, pero también es posible encontrar algún local que ofrezca creaciones de reconocidos nombres de la moda como Raf Simons o Vivienne Westwood.
Seguro será difícil resistir la tentación de salir con algo en mano, ya que lo que se suele ofrecer en las tiendas se distingue por ser productos únicos o de ediciones limitadas. Tras tanto caminar, hay que descansar y por qué no, tomar una buena copa de vino o cocktail, para ello está L'Assommoir.
Este bar/restaurante es de los más concurridos, sin importar el día de la semana. A pesar de que después de las 19:00 horas se suele llenar, el trato de su personal siempre es amable. Sus mojitos y martinis secos suelen ser de los más solicitados.