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12:29 PM

Un paseo rápido para conocer Río de Janeiro

  • 04 agosto 2015 /

El barrio de Santa Teresa exhibe la arquitectura colonial de Brasil, pero mezclada con un ambiente bohemio .

Río de Janeiro.

Un fugaz recorrido por la ciudad funciona bien ya sea para quien tiene una visita apurada o para tachar de la lista los obligatorios de Río de Janeiro y luego ya permanecer tranquilos en la playa tomando caipirinhas.

Paseo por el parque


Más importante que tomarse la foto de brazos extendidos junto al Cristo Redentor resulta apreciar el paisaje del Parque Nacional de Tijuca, lo cual se puede hacer al menos de tres maneras: caminando por senderos hasta la cima, viajando en un tren eléctrico donde casi siempre se montan músicos a tocar samba, o escalando en piedra por alguna de las más de 40 rutas definidas, unas más empinadas que otras.

La mejor bahía


El Pan de Azúcar y el Morro da Urca son perfectos para ver las playas y la bahía. Y lo mejor es que para subir no hay que sudar ni una gota, ya que el célebre y centenario Bondinho, el teleférico consentido de la ciudad, hará toda la labor.

El teleférico para primero en el Morro da Urca, que se caracteriza por tener conciertos musicales, ferias de comida y películas al aire libre en una gran explanada-auditorio. La segunda parada se realiza en la cima del Pan de Azúcar, desde donde se toman las mejores fotos de las playas de Río.

Por la longevidad de este teleférico, también es una atracción histórica, e incluso tienen una muestra de las antiguas generaciones de bondinhos, así como esculturas de tamaño real de los responsables de la implementación de este transporte que en promedio mueve 2 mil 500 personas al día.

Toma nota: El Espaço Baía de Guanabara ofrece gastronomía representativa de la ciudad, la cual se disfruta con una gran vista desde el Morro da Urca.

Por un gran recuerdito


El barrio de Santa Teresa exhibe la arquitectura colonial de Brasil, pero mezclada con un ambiente bohemio que han traído los artistas que en las últimas décadas se han mudado.

Al llegar en tranvía, desde el centro, se observa el cambio en las construcciones, que aunque están un poco deterioradas, llaman la atención por coloridas, así como las personas que caminan lento por estas calles de subidas y bajadas.

Galerías, tienditas, restaurantes, bares y cafés llenan los viejos edificios de la zona. Es como una pequeña urbe de artistas dentro de la gran ciudad de playa y naturaleza.

La playa de Copacabana está a 15 minutos en auto, así que quien ande por allá en un día nublado mejor deberá escapar a este barrio y alternar el ambiente, un cambio total de espíritu a solo 10 kilómetros.

Toma nota: El hospedaje en la zona también difiere de los grandes hoteles playeros: la oferta es de pequeños hostales, casas de huéspedes y hoteles boutique.

A mover las piernas

Foto: La Prensa


Hay lugares típicos de samba, ocultos en los barrios y con un sabor tan local que solo se puede llegar a través de algún conocido. Río Scenarium definitivamente no es uno de ellos, pero funciona muy bien para entender el modus fiestero brasileño.

Sí es caro y para fuereños, pero no ofrece un panorama estereotipado del Brasil, prueba de ello es que muchos de los turistas son brasileños de otras partes del país.

La música en vivo anima el ambiente con cantantes reconocidos: ni un segundo la pista queda vacía. El menú logra complacer hasta a los paladares locales. Y, desde luego, no faltan las caipirinhas ni otras bebidas con los ingredientes primordiales: cachaza y maracuyá.

Entre turistas nacionales, internacionales y otros muchos cariocas, se pueden pasar las horas hasta entrada la madrugada, así que ese 23:59 bien se puede ignorar.

Toma nota: A la entrada (tanto aquí como en otros bares en Brasil) se entrega una hoja donde se registran los consumos para cobrar al final, funciona como pase de salida, por lo que hay una buena multa para quien la pierde.