Estados Unidos.
Una vez al año, el Desierto de Black Rock, en Nevada, se transforma en una urbe efímera expuesta a fuertes vientos y noches heladas, donde lo principal es el arte y la comunidad. Su nombre es Black Rock City.
Todo ocurre durante una semana, en el festival Burning Man, que reúne a cientos de habitantes para colaborar en experimentos creativos, esculturas monumentales y campamentos temáticos.
En su modelo económico no figura el dinero, los teléfonos celulares no funcionan muy bien y las
bicis son el más popular medio de transporte. Esta edición, que se desarrolla desde el 28 de agosto al 5 de septiembre, se titula “Da Vinci’s Workshop” y está inspirada en el Renacimiento italiano y la ciudad de Florencia.
El año pasado, el festival convocó a poco más de 67 mil 500 personas.
Una vez al año, el Desierto de Black Rock, en Nevada, se transforma en una urbe efímera expuesta a fuertes vientos y noches heladas, donde lo principal es el arte y la comunidad. Su nombre es Black Rock City.
Todo ocurre durante una semana, en el festival Burning Man, que reúne a cientos de habitantes para colaborar en experimentos creativos, esculturas monumentales y campamentos temáticos.
En su modelo económico no figura el dinero, los teléfonos celulares no funcionan muy bien y las
bicis son el más popular medio de transporte. Esta edición, que se desarrolla desde el 28 de agosto al 5 de septiembre, se titula “Da Vinci’s Workshop” y está inspirada en el Renacimiento italiano y la ciudad de Florencia.
El año pasado, el festival convocó a poco más de 67 mil 500 personas.