Seúl
El éxito de sus teléfonos le ha reportado miles de millones de dólares en ganancias, pero los próximos años podrían ser más duros para Samsung si no ocurre pronto otro avance tecnológico.
El problema es que sus rivales asiáticos, en particular los fabricantes chinos Huawei y Xiaomi se acercan cada vez más en cuanto a la calidad de sus productos.
La compañía sigue utilizando el mismo sistema operativo Android que utilizan sus rivales, por lo que la diferenciación de producto se hace cada vez menos evidente.
'Hay algo que siempre ha estado claro para cualquier fabricante del sistema Android: cuando los hardware del segmento bajo del mercado sean 'lo bastante buenos', no habría razón para comprar una marca de alta calidad', advierte Ben Thompson, analista del sitio Stratechery.com, con sede en Taipei.
Las consecuencias ya se dejan sentir, pues el gigante tecnológico coreano se ha visto obligado a bajar precios y aceptar menores márgenes de ganancia para mantenerse adelante.
Por si fuera poco, aunque sigue siendo el fabricante número uno del mundo, hasta el 90% de los ingresos de la industria se los llevara su archirrival por excelencia: Apple.
La estrategia de Samsung para mantener su liderato y aumentar su liderato incluye el lanzamiento de nuevos modelos de teléfonos de alta calidad y modelos de bajo costo para atraer al segmento bajo del mercado.
