Muchos negocios, teniendo todo lo necesario para el éxito, sucumben al fracaso. Sin embargo, es un hecho comprobado que la principal causa y enemigo número uno de los negocios exitosos es la comodidad de quienes los dirigen. Un principio sugiere que toda empresa es el reflejo ineludible de quienes la guían. Si sus propietarios son entusiastas, perseverantes y disciplinados, sus colaboradores y empleados también lo serán. Por otro lado, si la gerencia de una empresa y sus mandos medios tienden a ser descuidados, conformistas y poco agresivos, con toda seguridad dicha compañía tiene asegurado un lugar en el pedestal de la mediocridad. Justificar los fracasos es solamente una señal más de comodidad, de la cual muchas veces no se percata. Algunos síntomas de comodidad empresarial: se levanta tarde y se presenta tarde a su negocio. Dedica demasiado tiempo a actividades irrelevantes. Deja muy poco tiempo para planificar, no vende y espera que sus vendedores lo hagan. Siempre tiene una justificación adecuada para sus malos resultados. Invierte poco esfuerzo en crear estrategias que mejoren sus ingresos. No ha leído un solo libro de negocios en los últimos seis meses, además de gastar mucho y vender poco. Se siente desmotivado y considera cambiar de negocio. Sus empleados están desmotivados y el trato con sus clientes es deficiente y deja mucho que desear. Combatir la comodidad en los negocios requiere constancia y mucho esfuerzo ya que es un mal que debilita y atrapa las estructuras de las empresas.
