San Pedro Sula, Honduras.
Para mantener el control de las cárceles y evitar la reorganización de grupos criminales, 253 reos, entre ellos 123 pandilleros, de tres cárceles del país fueron trasladados ayer a dos centros penales, informó el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
En un comunicado de prensa, el Instituto Penitenciario señaló que 115 pandilleros de la 18 fueron trasladados desde la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán, la principal cárcel país, en el extremo norte de Tegucigalpa, como parte de las medidas para “mantener el orden y control” en los centros penales.
Agregó que los pandilleros fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad construida en Ilama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo I.
En la cárcel de Ilama, los reos están aislados y no se les permite ningún tipo de visitas, excepto de sus defensas cuando el caso lo amerite, según las autoridades hondureñas.
El Instituto Penitenciario indicó que de El Pozo fueron trasladados 130 reos de “mínima seguridad” a la Penitenciaria Nacional de Támara.
Agregó que ocho pandilleros (cinco de la 18 y tres de la Salvatrucha) fueron trasladados de una cárcel en el municipio de Morocelí, departamento oriental de El Paraíso, conocida como El Pozo II, a El Pozo I.Según el Instituto Penitenciario, los traslados de presos continuarán desde los distintos centros penales para mejorar sus condiciones de vida.
Masacres
Según la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), el 80% de los ataques y masacres perpetrados en el país son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles.
El sistema penitenciario de Honduras está compuesto por treinta cárceles, y alberga a 18,800 presos, cuando su capacidad máxima es de 8,000, según cifras oficiales.
Entre los pandilleros trasladados de El Pozo iban varios líderes de dicha organización delictiva, según fuentes consultadas por periodistas.
Las autoridades penitenciarias evitaron dar más declaraciones que las plasmadas en el comunicado oficial del INP.
