Tegucigalpa, Honduras
Motivado en llevar el pan de cada día a su hogar, Mario Javier Valladares Flores (de 34 años) salió de su casa desde muy temprano, abordó el taxi que conducía y se dirigió a la terminal de colectivos que opera de la colonia Kennedy al centro de la capital.
Valladares hizo con normalidad sus primeros viajes entre los dos destinos. Minutos después de las 9:00 am partió de la terminal del centro de la ciudad con cuatro pasajeros en la unidad con registro 0045.
Luego de cruzar por el barrio Guadalupe tomó la calle que viene de la colonia Palmira y que conecta con la calle de Las Piñatas, en la colonia Alameda.
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El hombre detuvo su marcha, ya que el semáforo estaba en rojo y había varios vehículos delante de él. Un matón que iba en una motocicleta aprovechó el momento y disparó en al menos 12 ocasiones contra el taxista, quien llevaba cerrado el vidrio de la ventana. Mario Javier fue auxiliado por el conductor de un carro propiedad de una municipalidad y llevado de inmediato al Hospital Escuela, pero expiró antes de ser ingresado en ese centro médico.
También fue trasladada una mujer que iba de pasajera en el asiento del lado del chofer, ella recibió un balazo en una pierna. Un hermano de Mario contó que “él tenía cerca de 14 años de trabajar en taxis colectivos de la Kennedy y en los directos de Plaza, de donde le saliera, porque para hacer dinero tenía que andar en toda la ciudad”.
Él había tomado la unidad 0045 la noche del lunes para trabajar a partir de ayer, luego que el propietario del mismo se lo fue a dejar a su casa. Los familiares descartaron que se trate de problemas vinculados a extorsión, ya que todos los taxistas pagan a las pandillas.
 Fotografía del interior del taxi.
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