Yoro, Honduras.
Ante el sonado caso de la niña de diez años que dio a luz en el hospital Mario Rivas de San Pedro Sula y a la cual se le murió el bebé, los moradores de la comunidad de La Corocita no creen que fue un menor quien la embarazó y piden mayor investigación.
La pequeña estaba viviendo con su madre Norma Chavarría y su padrastro Reyes Flores en esa remota comarca de Yoro cuando su vientre comenzó a abultarse.
Entonces decidieron sacarla de la escuela Porfirio Martínez Cruz, adonde la pequeña cursa el cuarto grado, aduciendo que ella ya no quería seguir estudiando.
Sin embargo, después la madre admitió que estaba en estado de gestación, dijo el maestro de la menor Edgardo Noel Isaula.
Indicó que él le pidió a los familiares de la afectada que si interponían alguna denuncia contra alguien, él los apoyaría, pero hasta ahora nadie lo ha hecho.
Que investiguen
Aunque la comunidad de La Corocita pertenece a Locomapa, municipio de Yoro, a la misma se llega por Morazán, a través de un remedo de carretera que sube entre bosques y precipicios a lo más alto de una serranía.
Tras dos horas de camino desde Morazán se llega a la tranquila comunidad, adonde la mayoría de sus escasos habitantes son parientes entre sí. El menor, que según Norma Chavarría es el padre de la criatura, es sobrino de Reyes Flores, el padrastro de la niña. El cipote se dedica a cortar café y otras labores agrícolas, dijo su familia.
El rumor que corre entre los pobladores de La Corocita es que nadie puede decir con certeza que haya sido el menor quien la embarazó porque la cipota solamente salía de su casa para ir a la escuela.
“No se sabe, al güirro le gustaba la cipota, pero ese güirro no fue”, dijo Nora Maribel Hernández, quien crio a la niña hasta los seis años por ser su tía política.
Mientras que José Ángel Rivera, hermano de Norma Maribel manifestó que no sabe cómo salió embarazada su sobrina. Quien parece más segura que no fue el menor es la madre de este, Cándida Azucena Murillo. Ella dice que por cuatro veces interrogó a su hijo para sacarle la verdad y siempre le contestó sin titubear “que no es de él”.
El menor de 14 años admitió ante su madre que mantuvo relaciones con la niña, pero hasta este febrero, porque los mismos padres de ella lo invitaron a que se quedara en su casa.
Miembros de la Iglesia de Dios, en la que se congregan muchos de los vecinos, condenaron el hecho y dijeron estar dispuestos a apoyar cualquier investigación que se haga sobre este caso que mantiene expectantes a los vecinos.
Ante el sonado caso de la niña de diez años que dio a luz en el hospital Mario Rivas de San Pedro Sula y a la cual se le murió el bebé, los moradores de la comunidad de La Corocita no creen que fue un menor quien la embarazó y piden mayor investigación.
La pequeña estaba viviendo con su madre Norma Chavarría y su padrastro Reyes Flores en esa remota comarca de Yoro cuando su vientre comenzó a abultarse.
Entonces decidieron sacarla de la escuela Porfirio Martínez Cruz, adonde la pequeña cursa el cuarto grado, aduciendo que ella ya no quería seguir estudiando.
Sin embargo, después la madre admitió que estaba en estado de gestación, dijo el maestro de la menor Edgardo Noel Isaula.
Indicó que él le pidió a los familiares de la afectada que si interponían alguna denuncia contra alguien, él los apoyaría, pero hasta ahora nadie lo ha hecho.
 En esta vivienda vive la familia. La niña tiene dos hermanos.
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Aunque la comunidad de La Corocita pertenece a Locomapa, municipio de Yoro, a la misma se llega por Morazán, a través de un remedo de carretera que sube entre bosques y precipicios a lo más alto de una serranía.
Tras dos horas de camino desde Morazán se llega a la tranquila comunidad, adonde la mayoría de sus escasos habitantes son parientes entre sí. El menor, que según Norma Chavarría es el padre de la criatura, es sobrino de Reyes Flores, el padrastro de la niña. El cipote se dedica a cortar café y otras labores agrícolas, dijo su familia.
El rumor que corre entre los pobladores de La Corocita es que nadie puede decir con certeza que haya sido el menor quien la embarazó porque la cipota solamente salía de su casa para ir a la escuela.
“No se sabe, al güirro le gustaba la cipota, pero ese güirro no fue”, dijo Nora Maribel Hernández, quien crio a la niña hasta los seis años por ser su tía política.
 Cándida Azucena Murillo, quien asegura que su hijo no fue quien embarazó a la menor.
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El menor de 14 años admitió ante su madre que mantuvo relaciones con la niña, pero hasta este febrero, porque los mismos padres de ella lo invitaron a que se quedara en su casa.
Miembros de la Iglesia de Dios, en la que se congregan muchos de los vecinos, condenaron el hecho y dijeron estar dispuestos a apoyar cualquier investigación que se haga sobre este caso que mantiene expectantes a los vecinos.
