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Pelea en Penitenciaría deja 3 reclusos muertos y 6 heridos

  • 03 agosto 2013 /

Autoridades suspenden las visitas. Fuerzas Armadas y Policía tienen bajo control la cárcel.

    No habían pasado ni 24 horas desde que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (Cidh) presentó su informe sobre las condiciones inhumanas en los centros penales del país, cuando la sangre volvió a correr en los pasillos de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto.

    Una pelea entre miembros de la pandilla 18 y los denominados paisas - reos que no pertenecen a ninguna mara- combinados con disparos de armas, fusiles AK-47 y hasta la detonación de una granada de alto poder dejó como resultado tres personas muertas y seis heridos.

    Santos Simeón Flores, director de Centros Penales, informó que las víctimas mortales -todos integrantes de la mara 18- son Héctor Armando Orellana, Orlando Antonio Ramírez López y Saúl Ricardo Medina, alias Yonker.

    Entre los heridos, también integrantes de la misma pandilla, fueron identificados Dey Onan Turcios, Wilmer Gerardo Díaz Valle, Orlis Solórzano Rodríguez, Nahúm Montes alias Tacoma, Daniel Hernández y Juan Carlos Cruz Valle.

    Sin embargo, en el libro de registro de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público se identificó a dos de las víctimas y que respondían a los nombres de Héctor Armando Rodríguez Orellana y Jonson Keneth Herrera y otro que fue ingresado como desconocido debido a que hasta la tarde de ayer no había sido reconocido por los familiares.

    El trágico incidente ocurrió a las 6:30 de la mañana de ayer.

    El enfrentamiento fue entre los mismos internos, sin que las máximas autoridades de los centros penales hayan dado a conocer las causas que originaron el cruce de fuego entre los dos grupos, donde uno de ellos se encuentra en el módulo conocido como “Casa Blanca”, adonde se encuentran los paisas en contra de los presos de la celda Escorpión, adonde permanecen los integrantes de la mara 18.

    El enfrentamiento

    Según informes preliminares, el enfrentamiento se originó porque uno de los internos en Casa Blanca, que estaba armado, apuntaba a otro reo en la celda Escorpión.

    Esa acción provocó la reacción de los de la pandilla 18 que también tenían en su poder armas de grueso calibre, entre ellas ametralladoras AK-47, y empezaron a disparar en contra de los paisas.

    Para repeler la lluvia de balas, los paisas lanzaron una granada de alto poder a la celda de la mara 18, bomba que explotó al instante.

    Se informó de manera preliminar que el cruce de disparos entre ambos grupos de presos duró alrededor de diez minutos, lo que provocó pánico entre los demás presidiarios y personal de la seguridad asignada en la Penitenciaría Nacional, ubicada en el valle de Támara.

    Casi de inmediato, el personal del reclusorio pidió ayuda al Cuerpo de Bomberos y Cruz Roja para que ayudaran a trasladar a los heridos a los centros asistenciales.

    Sin embargo, fue en carros patrullas de la misma Policía Nacional que trasladaron a los heridos al Hospital Escuela, adonde fallecieron los tres reclusos.

    Flores explicó que dos de los presos falleció antes de ingresar a la sala de emergencias y el otro cuando era atendido por los médicos, debido a que presentaba heridas de gravedad, por lo que no logró sobrevivir.

    Ante la tensa situación en la PN, las autoridades del penal solicitaron ayuda a la Policía y Fuerzas Armadas.

    Pasadas las 8:00 de la mañana empezaron a llegar al principal centro de reclusión del país contingentes de policías y militares; además, agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, del Comando de Operaciones Especiales, Antibombas y Policía Preventiva.

    También hubo presencia de ambulancias, personal del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja Hondureña, quienes estuvieron prestos para atender cualquier emergencia.

    Similares acciones se efectuaron en las afueras del Hospital Escuela, adonde se informó que miembros de la mara 18 pretendían rescatar a los heridos que habían sido ingresados a la sala de emergencias.

    Se revisaron vehículos, ya que se mencionó que los mareros que habían planificado el rescate se conducían en dos carros color gris.

    Suspenden visitas

    Las medidas de seguridad en las afueras de la PN también fueron extremas, al grado que se suspendieron las visitas y no se permitió que personas ajenas se acercaran a la cárcel.

    Hasta los medios de comunicación permanecieron a más de 300 metros de distancia de la entrada principal de la penitenciaría.

    El personal antibombas hizo un minucioso registro en el módulo Casa Blanca.

    Santos Simeón Flores explicó que en este lugar se encontraron once granadas de alto poder explosivo, de las cuales tres fueron detonadas tomando en cuenta las medidas de seguridad, ya que los reos les había quitado los sistemas de seguridad a los tres artefactos. Las ocho restantes granadas se encontraban con los sistemas de seguridad y no representaban ningún peligro.

    El director de centros penales se encargó de informar ante los medios de comunicación y a las personas que intentaron visitar a los reclusos de lo que ocurría dentro del penal.

    “Todo está bajo control. No hay más situaciones que lamentar, solo se reportan los seis heridos y los tres fallecidos”, explicó Flores.

    En la última comparecencia, a las 3:00 pm, Flores comentó que dentrio del recinto penitenciario se permitió el ingreso de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Comité Nacional para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos.

    El funcionario explicó que se hizo una minuciosa inspección en tres módulos y que no se sabía lo que se iba a encontrar en el módulo Escorpión, asignado a la mara 18.

    José Augusto Ávila, coordinador de la Comisión de Transición de los Centros Penales, comentó que el hecho ocurrió a las 6:30 am, donde se enfrentaron los miembros de la mara 18 con los de la 13.

    “Se nos ha informado que hay una decena de heridos que fueron trasladados a un centro asistencial y todo se encuentra bajo control, gracias a la intervención de la Policía y las Fuerzas Armadas”, dijo Ávila.

    También se mencionó que había tres guardias penitenciarios heridos; pero esa versión la desmintió Santos Simeón Flores, al decir: “No tengo ningún informe al respecto”.