TEGUCIGALPA
Tres agentes penitenciarios y un marero de la Salvatrucha (MS-13) resultaron heridos en un tiroteo que se registró en el interior del módulo de máxima seguridad del Centro Nacional Penitenciario de Támara la tarde de ayer.
Integrantes de la Pandilla 18 perpetraron un atentado criminal y dispararon armas de grueso calibre en contra de los mareros de la MS-13.
Los balazos alcanzaron a uno de los mareros y a tres uniformados, quienes de inmediato fueron trasladados a la sala de emergencias del Hospital Escuela y otros centros asistenciales en la capital.
Debido a que la balacera duró varios minutos se generó un caos en el recinto penal, por lo que de inmediato las autoridades solicitaron la presencia de ambulancias para atender a las personas heridas.
Digna Aguilar, vocera del Instituto Nacional Penitenciario (INP), informó escuetamente que “la acción fue un atentado criminal de una estructura criminal contra otra contraria y dejó tres agentes penitenciarios y un integrante de la MS-13 heridos, pero todos recibieron asistencia médica y se encuentran estables”.
Después del tiroteo, las autoridades del centro penal de Támara solicitaron apoyo a otras unidades de élite de la Policía Nacional para ejecutar un registro y decomisar las armas que fueron utilizadas para cometer el atentado criminal.
- En doce días se registra otro hecho violento en el interior de un centro penal, donde las autoridades han perdido el control para el ingreso de armas.
- Las primeras pesquisas indicaban que uno de los reos lanzó una granada, lo que provocó una fuerte explosión en la cárcel, pero fue descartado.
Los hechos violentos son recurrentes en el interior de los centros penales, pues el pasado 2 de febrero fue asesinado Plutarco Ruiz en el interior de la cárcel de máxima seguridad en Ilama.
Dos privados de libertad le quitaron la vida a balazos cuando caminaba por uno de los pasillos de El Pozo, sin que hasta la fecha las autoridades penitenciarias hayan informado las causas por las que dos privados de libertad le quitaron la vida a balazos.
La falta de controles en los centros penales por parte de las autoridades contribuye para que los miembros de maras adquieran armas automáticas y cometan crímenes en penales.