El fiscal contra el Crimen Organizado, René Díaz, aseveró ayer que el convicto por narcotráfico Heriberto Chinchilla, alias “Papillón”, no tenía por qué haber andado libre, ya que tenía dos condenas en su contra por los delitos de lavado de activos y tráfico ilegal de droga.
“Papillón” fue ultimado la noche del sábado por tres desconocidos que lo atacaron a balazos cuando estaba sentado en la acera de su casa ubicada en la colonia Montrefresco Este.
Díaz indicó que desde el momento en que el juzgado condenó a Chinchilla le tuvieron que haber revocado cualquier medida sustitutiva que estaría gozando y mandarlo a prisión.
El acusador público manifestó que hoy revisarán los expedientes de los casos de Heriberto Chinchilla para verificar por qué estaba en libertad.
Agentes de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico, Dlcn, apresaron a Chinchilla el 30 de marzo de 2000 en su casa junto a su esposa Lilian Fuentes.
Ajuste de cuentas
A Heriberto Chinchilla, además de encontrarle evidencias de dedicarse al narcotráfico, le confiscaron varios carros de lujo y un lote de joyas valorado en un millón de lempiras, las cuales fueron enviadas en depósito a la bóveda del Banco Central de Honduras.
La Fiscalía contra el Crimen Organizado enjuició a “Papillón” y a su esposa Lilian Fuentes por los delitos de tráfico ilícito de droga, lavado de activos, y defraudación fiscal.
A mediados de 2005 las autoridades judiciales lo condenaron a 15 años de cárcel y a pagar un millón de lempiras por el delito de tráfico ilegal de droga y ya antes lo habían sentenciado por esa misma cantidad de años por lavado de activos.
Las autoridades policiales indicaron que una de las teorías que manejan es que la muerte de “Papillón” podría tener como móvil un ajuste de cuentas, por la forma en que le quitaron la vida y por los antecedentes que tenía.
