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Nieta acusada de asesinato de su abuela sufre transtorno bipolar

  • 15 abril 2015 /

Tegucigalpa, Honduras.

Un trastorno bipolar sufre la quinceañera acusada, junto con su novio, del asesinato de su abuela, la abogada Sara Lorena Turcios.

Fuentes de Medicina Forense informaron que en el análisis de personalidad de la joven se pudo detectar que su trastorno de bipolaridad se originó en los primeros años de la niñez y no fue identificado por sus padres.

La fuente afirmó que esta condición pudo ser utilizada por la joven para manipular a su novio, también de 15 años, y cometer el crimen contra su abuela, quien se oponía a la relación de ambos.

El pasado 21 de marzo, la abogada fue asesinada a puñaladas en su residencia en la colonia Godoy de la capital.

Testimonio de un vecino

Los vecinos de la zona recuerdan todo lo que pasó ese día. “Faltaban 10 minutos para las cinco de la mañana, yo escuché que tocaron el portón y cuando abrí la miré a ella (la nieta de la abogada). Le pregunté qué pasaba y ella me dijo: ‘Mataron a mi abuela y mi mamá me dijo que me saliera de la casa a buscar protección’”.
Ese fue el primer diálogo de la quinceañera con uno de sus vecinos, quien pidió no revelar su identidad.

El señor recordó que la jovencita se mostraba serena. Además, que a los pocos minutos llegaron unos policías y la quinceañera los guió a la casa y a la habitación de su abuela. “Todo estaba en orden, nos llevó a la habitación y estaba el cuerpo de ella (la abogada) recostado en el suelo. En su mano tenía un candelabro”.

El vecino expresó que cuando entraron a la habitación de la abogada todo estaba en orden, incluso su cama, lo que demostraba que ella no se había acostado a dormir cuando fue asesinada a puñaladas.

La menor le comentó al señor que cuando se despertó encontró a su abuela ya muerta, por lo que llamó a su madre que andaba de viaje en La Ceiba, Atlántida, y ella le recomendó que saliera de la casa y buscara protección donde algún vecino.

Transcurrida la mañana, un turismo llegó a la escena del crimen, un jovencito se asomó al portón y le dijo al señor que lo habían mandado a brindarle apoyo a (la nieta), ya que estaba nerviosa.

“Era el novio de ella. Los dos salieron, se fueron al carro y se metieron a platicar. Después, ella se fue a la casa nuevamente y de ahí la Policía la sacó cubierta con una toalla, la subieron a un carro blanco y se la llevaron”, recordó.

El sexagenario asegura que durante el transcurso de la noche no se escucharon ruidos en la vivienda de la abogada, por lo que no saben a qué hora pudo ocurrir el crimen.

Según el vecino, la menor tenía una conducta rebelde, pues hace unos meses habría sido expulsada del colegio donde estudiaba por golpear a una compañera. “Con los días, la cipota a la que golpeó la vino a golpear junto con otras amigas”.

También recordó que hace unos dos meses las autoridades policiales llegaron a la casa de la abogada por un asunto relacionado con unas tarjetas de crédito que habrían sido utilizadas por la menor, con quien vivía la infortunada abogada.