La muerte accidental de tres estudiantes de la etnia garífuna, enlutó las actividades conmemorativas de los 219 años de la llegada de los afrodescendientes a las costas hondureñas que se desarrolló ayer en este municipio.
Eran las 5:00 am de ayer, cuando los tres jóvenes junto a unas 30 personas más se alistaban a salir de la comunidad de Sangrelaya a bordo de una lancha por el río homónimo de esta localidad, cuando de pronto el cayuco se dio vuelta en medio de las aguas mansas de este caudal.
El accidente provocó la muerte de Handrik Mejía (14), Daniela Suazo (17) y Lesber Daniel Castillo (17), todos estudiantes del Centro de Educación Básico Rodolfo Rojas de la comunidad de Cuzuna.
Los estudiantes murieron ahogados, dos de ellos sus cuerpos fueron recuperados dos horas después del fondo del río. Tras escuchar los gritos del resto de las personas, los habitantes de esta comunidad tuvieron que darles auxilio. En el bote viajaba también un niño de un año que pudo ser rescatado a tiempo.
Para recuperar los dos cuerpos, los pobladores tuvieron que auxiliarse de redes y trasmayos, la búsqueda fue toda una odisea mientras el llanto y pánico se apoderó del lugar. De acuerdo con los mismos pobladores, el sobrepeso de la lancha pudo haber provocado su hundimiento. Los estudiantes fallecidos a esa hora regresaban a sus comunidades luego de haber participado en las actividades conmemorativas a los 219 años de la llegada de los garífunas en Honduras, que empezaron a desarrollarse un día antes en la comunidad de Sangrelaya.
Sangrelaya es la única que no tiene acceso a la carretera que comunica con el resto de las comunidades del municipio de Iriona. Para entrar y salir, sus habitantes y particulares tienen que trasladarse en lanchas y cayucos, mientras que los vehículos tienen que ser cruzados en balsa por el río que divide esta localidad.
| Hoy en Sangrelaya se celebrará la conmemoración de la llegada de los garífunas a Honduras.
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