Con saña fueron ultimados dos cobradores de buses, cuyos cadáveres fueron hallados ayer en un barranco de la comunidad Nueva Aldea.
A las 5:30 de la mañana el joven Roger Alexander Cárcamo Mondragón, de 18 años, se despidió de su familia y salió a trabajar como cobrador de buses a la terminal de la colonia José Ángel Ulloa, quizá sin imaginarse que una hora más tarde se convertiría en otra víctima de la violencia.
Torturas
Cárcamo Mondragón fue ejecutado a balazos junto al adolescente Ricardo Rafael Baca Girón, de 15 años, y se confirmó que ambos trabajaban de cobradores en el transporte urbano. Los dos cadáveres fueron descubiertos a las 6.30 de la mañana en un barranco de la calle de tierra que conduce a la comunidad de Nueva Aldea, al oeste de la represa Los Laureles.
Una vecina llamó a la Policía para reportar el hallazgo de los muertos en la ribera del río Guacerique, por lo que agentes de la estación de la colonia San Francisco se desplazaron a verificar la información.
Sobre un matorral estaba el cadáver de Baca Girón y a unos tres metros de distancia el de Cárcamo Mondragón y los policías procedieron a llamar a las autoridades competentes para realizar el reconocimiento legal de los dos cuerpos que presentaban señas de torturas.
Detalles
Las lesiones
Las autoridades policiales confirmaron que los cuerpos de los jóvenes presentaban heridas de bala en la cabeza y el abdomen.
Evidencias en la escena
En la requisa que realizaron en la escena los agentes de Investigación encontraron dos casquillos de bala calibre 22.