Un taxista identificado como Jóse Antonio Matute Artiaga (54), fue detenido ayer por agentes de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA).
El motorista fue identificado por los investigadores como la persona que decía recoger el “impuesto de guerra” entre sus compañeros para llevárselo a presuntos pandilleros que los amenazaban. Más de 38 conductores eran víctimas de su propio compañero.
La detención del sospechoso se realizó en las cercanías del estadio Olímpico y como evidencia del delito, los policías le decomisaron una cantidad de dinero en efectivo que sería producto de la extorsión, así como un teléfono celular que según los agentes era utilizado por el detenido para cometer el delito en contra de sus propios compañeros de trabajo.
Los agentes explicaron que esta es una nueva forma de operar de los extorsionadores, que siendo cercanos consiguen mayor información acerca de sus víctimas y se les facilita amendrentarlos.