El municipio de Choloma registró el martes, con menos de cuatro horas de diferencia, dos hechos violentos que dejaron como saldo la muerte de un joven y una mujer.
Agentes policiales que trabajan para conocer las causas y responsables de los ataques señalan que, partiendo de la dinámica y la cercanía de las escenas, sospechan que ambos crímenes están relacionados.
Todo indica que la Pandilla 18 sería la responsable de las dos muertes, manifestaron.
La primera víctima fue Sara Abigaíl Sales Martínez (de 31 años). Su cuerpo fue hallado a las 6:00 pm con un balazo en la cabeza y sus manos atadas en una calle cerca del desvío a la aldea Monterrey, del sector Ticamaya.
El reporte indica que a eso de las 4:30 pm, hombres vestidos como policías irrumpieron la casa de Sara en el sector El kilómetro cuando estaba con su hija de 13 años y, tras someterla, se la llevaron por la fuerza.
El segundo ataque ocurrió a eso de las 8:00 pm, cuando en el barrio El Chaparro, Nery Antonio Reyes Manzano (de 21 años) murió a manos de un criminal, quien, a bordo de una motocicleta, lo interceptó y le disparó.
Se indicó que malherido, Nery Reyes salió corriendo a fin de huir de su victimario, pero este lo persiguió y lo remató.
“Basados en la dinámica de los dos ataques y la cercanía entre sí, sospechamos que podrían estar relacionados. Por ahora investigamos la relación entre ambas víctimas”, dijo un agente que trabaja en los casos. Y prosiguió: “Puede ser que ella sabía algo del joven y los criminales la hicieron hablar y después le quitaron la vida, o pensaron que ella era cercana al muchacho y, al no conseguir lo que buscaban, la terminaron matando. Esos son los vínculos que buscamos esclarecer porque puede ser también que tanto ella como el joven estuvieran vinculados a alguna acción delictiva y en represalias los mataron”.
“Pero repito, estamos investigando para conocer a ciencia cierta qué motivó a los criminales a cometer los hechos y si en efecto hay relación entre ambos”. Familiares de Sara Abigaíl dijeron que ella no tenía enemigos y que quería conseguir un buen trabajo para sacar adelante a su hija. Nery Antonio se ganaba la vida como albañil.