El sector del transporte en la zona norte del país sigue siendo víctima de la extorsión por estructuras criminales que operan en esta ciudad.
Conductores de la Ruta 7, que cubren varios sectores de San Pedro Sula; entre ellos, El Polvorín, Cabañas, Las Palmas, Montefresco, Perfecto Vásquez, Medina, el centro de la ciudad, hospital Mario Rivas y Unah-vs, paralizaron sus operaciones desde el sábado debido a que un nuevo grupo criminal les ha solicitado pagar el mal llamado “impuesto de guerra” a cambio de dejarlos operar con tranquilidad, señalaron los afectados.
Según indicaron, los criminales, de quien no dieron a conocer el nombre de la banda a la que pertenecen, les están pidiendo L100,000 como garantía para poder trabajar, pero sumado a esto cada conductor de unidad deberá pagar mensualmente otra cantidad por operar.
Señalaron que no soportan más este flagelo que los asedia desde hace aproximadamente dos décadas y que los ha hecho perder varios miles de millones de lempiras, al igual que varias vidas de compañeros que han sido asesinados por los criminales.
El 9 de mayo fue abatido a balazos Juan José Cáceres Contreras (de 42 años), un conductor de la Ruta 7, cuando reparaba las fricciones de su unidad en un taller en la 33 calle de esta ciudad. La extorsión habría sido la causa.
Los rapiditos de la Ruta 7 detuvieron también sus unidades el 3 de abril pasado por amenazas extorsivas por parte de la banda criminal Los Soles.
En la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado señalaron que ya hay una investigación en curso.
