El 17 de junio de 2009, los habitantes de la colonia Sinaí, en el sector Bonitillo de La Ceiba, Atlántida, presenciaron un crimen desgarrador: el asesinato de un niño de cinco años a manos de su propio padre, Blas Antonio Romero, y su madrastra, Lirio Aracely Villafranca.
Un hecho que conmocionó a la comunidad y dejó una marca imborrable en la memoria colectiva.
Vecinos denunciaron a las autoridades que la pareja constantemente maltrataba al menor. Fue así cuando un día escucharon que el niño gritaba de los golpes que le propinaban, hasta que murió. Cuando las autoridades llegaron encontraron el cuerpo del niño en la vivienda.
La autopsia determinó que la causa de muerte fue un golpe en la cabeza, provocado por las agresiones de los propios responsables. El análisis de las lesiones también reveló múltiples heridas y lesiones producto de golpes físicos; sin embargo, se estableció que el niño murió del golpe que su papá le propinó en la cabeza.
La Fiscalía inició un proceso de investigación contra los padres, los imputados estaban en rebeldía desde 2016 al no presentarse al juicio pues se defendían en libertad; sin embargo, fueron capturados en febrero de 2025 en Juticalpa, Olancho.
Sentenciados
En una audiencia de notificación de sentencia, la Fiscalía Especial de Protección a la Niñez y Adolescencia de La Ceiba obtuvo una condena de 20 años de prisión contra Blas Antonio Romero por el delito de parricidio, y 15 años de prisión para su pareja, Lirio Aracely Villafranca por homicidio simple, en relación con la muerte del niño en 2009.
"La investigación, dirigida por la Fiscalía Especial de Protección a la Niñez y la Adolescencia y la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), logró esclarecer los hechos en los que los acusados agredieron y causaron la muerte del menor", dijo Selvin Fernández Pineda, portavoz del Ministerio Público.