Sucesos
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Escenas desgarradoras se vivieron ayer en la casa de los padres del oficial Kevin Pérez Vargas (de 32 años), al recibir el féretro con sus restos.
El oficial perdió la vida en una heroica reacción al intentar salvar la vida de dos niños cuando eran arrastrados por la corriente de la quebrada La Primavera, cerca de la colonia Los Arcos en San Pedro Sula.
El cuerpo del oficial fue rescatado el lunes en la tarde en un crique del barrio Cabañas y la madrugada de ayer martes fue llevado a la casa de sus padres, Margarito Pérez y Antonia Vargas, quienes desde el domingo lloraban su desaparición.
La carroza fúnebre que llevaba el cuerpo del inspector llegó a la colonia Brisas del Pinal, en Santa Bárbara, a eso de las 2:00 am y a las 10:00 lo trasladaron a la comunidad de La Cuesta, tierra que lo vio nacer. Aquí, los habitantes de la comunidad le rindieron tributo con aplausos como muestra del cariño que le guardan.
Evidentemente afectado, don Margarito Pérez dijo sin titubear que con la muerte de su hijo el país perdió a un héroe. “Se nos va un ser humano excepcional. Siempre he sido una persona fuerte, pero la muerte de mi hijo me tiene destrozado el corazón”, manifestó, mientras lágrimas caían por su rostro.
Recordó que su hijo siempre fue un hombre servicial y que los niños siempre fueron su debilidad. “Los niños lo seguían, los amaba y prueba de ello es que murió por uno. Yo creo que su destino era morir por ellos”, lamentó.
Ana Pérez, quien llegó desde Estados Unidos para despedir a su hermano, contó que, al ser el menor de los cinco, siempre vieron a Kevin con mucho amor”. “Él era el niño de la casa. Su amor para nosotros siempre fue evidente y recuerdo que llegaba a mi cama y me abrazaba para que yo lo contemplara. Su muerte es algo que no puedo creer y me duele demasiado”, lamentó.
El pesar por la muerte del inspector Kevin Pérez, quien era padre de un niño de tres años y una bebé de cuatro meses, se extiende además a sus compañeros de trabajo. Víctor Cerrato, inspector de policía, dijo que “Kevin era una gran persona y siento que la Policía Nacional no solo pierde a un elemento, sino que pierde a un héroe, un gran líder, una persona creativa y a alguien que lo dio todo hasta su último momento”.
Familiares contaron que el inspector Pérez Vargas no solo se preparó para servir como policía. También se graduó en la Escuela de Magisterio y en 2012, antes de incursionar en la carrera policial, se ganó la vida como conductor de mototaxis. Su carisma y profesionalismo lo llevaron a ganarse el cariño de quienes lo conocían y ahora lo recuerdan como un hombre que llevó hasta su último aliento de vida el lema “Servir y Proteger”.