San Pedro Sula, Honduras.
Tres presuntos extorsionadores integrantes de la pandilla 18 se presentaron ayer a la sala 1 del Tribunal de Sentencia.
Los imputados son Carlos Leonel Alvarado Márquez, Francisco Orlando Jiménez Membreño y Jennifer Jazmín Perdomo Rivera a quienes el Ministerio Público a través de la Unidad Antiextorsión presentó acusación por el delito de extorsión continuada en perjuicio de testigos protegidos.
El debate que inició ayer se suspendió debido a la no comparecencia de dos testigos protegidos con las claves M-1 y M-2, propuestos por la Fiscalía, quienes son las víctimas y que tenían que rendir su declaración ante los jueces.
Tres presuntos extorsionadores integrantes de la pandilla 18 se presentaron ayer a la sala 1 del Tribunal de Sentencia.
Los imputados son Carlos Leonel Alvarado Márquez, Francisco Orlando Jiménez Membreño y Jennifer Jazmín Perdomo Rivera a quienes el Ministerio Público a través de la Unidad Antiextorsión presentó acusación por el delito de extorsión continuada en perjuicio de testigos protegidos.
El debate que inició ayer se suspendió debido a la no comparecencia de dos testigos protegidos con las claves M-1 y M-2, propuestos por la Fiscalía, quienes son las víctimas y que tenían que rendir su declaración ante los jueces.
Ante tal situación el agente fiscal solicitó a la terna de jueces que los testigos fueran citados por edictos, pero siempre protegiendo su identidad, ya que han manifestado sentir temor ante las amenazas de muerte hechas por los presuntos extorsionadores. El debate será reanudado el 7 de agosto a las 10:00 am.
Según las investigaciones de la Fuerza Nacional Antiextorsión, los acusados exigían semanalmente a una de las víctimas la suma de L1,500 quincenales. El otro afectado pagaba dos mil lempiras al mes a los acusados.
Según las declaraciones de las víctimas, los imputados hacían llamadas en las que les manifestaban que si no pagaban los matarían a ellos y su familia.
Expresaron además eran tres personas las que llegaban a cobrar el dinero, uno encañoba al dueño del negocio con pistola y los demás se quedaban afuera vigilando.
