Tegucigalpa, Honduras.
La Policía realiza las investigaciones en torno al crimen de dos hermanos que se registró la noche del martes en la aldea Las Casitas, de la capital, sin que se conozcan los motivos y la identidad de los responsables.
Los fallecidos fueron identificados por las autoridades como Júnior Javier López Godoy (29) y Óscar Fabricio Galo Godoy (22), con domicilio en el lugar del suceso.
El primero trabajaba de guardia de seguridad, mientras que el segundo era estudiante de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), según informaron parientes.
Una de las víctimas quedó en la entrada a la vivienda, mientras que el otro en el interior de una habitación, donde fueron reconocidos por el perito forense y el fiscal de turno del Ministerio Público, así como equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
La versión que conoció la Policía en torno a los pormenores del doble crimen es que los infortunados se encontraban en su casa en horas de la noche y que, de repente, llegaron varios hombres armados.
Haciéndose pasar como agentes de la DNIC, los criminales dispararon contra los dos hermanos infiriéndoles varios balazos que les provocaron la muerte al instante, luego se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
Un equipo de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC inició las investigaciones del caso, pero todavía ayer no tenían pistas de los autores materiales del hecho sangriento.
La Policía realiza las investigaciones en torno al crimen de dos hermanos que se registró la noche del martes en la aldea Las Casitas, de la capital, sin que se conozcan los motivos y la identidad de los responsables.
Los fallecidos fueron identificados por las autoridades como Júnior Javier López Godoy (29) y Óscar Fabricio Galo Godoy (22), con domicilio en el lugar del suceso.
El primero trabajaba de guardia de seguridad, mientras que el segundo era estudiante de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), según informaron parientes.
Una de las víctimas quedó en la entrada a la vivienda, mientras que el otro en el interior de una habitación, donde fueron reconocidos por el perito forense y el fiscal de turno del Ministerio Público, así como equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
La versión que conoció la Policía en torno a los pormenores del doble crimen es que los infortunados se encontraban en su casa en horas de la noche y que, de repente, llegaron varios hombres armados.
Haciéndose pasar como agentes de la DNIC, los criminales dispararon contra los dos hermanos infiriéndoles varios balazos que les provocaron la muerte al instante, luego se dieron a la fuga con rumbo desconocido.
Un equipo de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC inició las investigaciones del caso, pero todavía ayer no tenían pistas de los autores materiales del hecho sangriento.