Tegucigalpa. Wilson Ariel Pérez pasó de ser un simple desconocido a una de las personas más buscadas en Honduras en menos de diez minutos.
Pérez (21) murió en un supuesto enfrentamiento armado con elementos de la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP) el pasado 31 de mayo, dos días después de haber agredido físicamente a la subinspectora policial Denia Contreras en el estadio Olímpico, al finalizar el partido de la final entre los equipos Real España y Motagua.
La versión de la Policía es que perdió la vida por impactos de bala en el enfrentamiento entre la FNAMP y pandilleros de la MS, pero necropsia indicó que el cuerpo presentaba golpes y signos de tortura.
Wilson Pérez es un caso como el de las 311 personas que murieron en acciones policiales, militares y de otras fuerzas de 2013 a marzo de 2022, según las estadísticas de la Secretaría de Seguridad. Las acciones policiales, con 286 homicidios, que representan el 86%, son las que han cobrado la vida de más personas en Honduras.
Seguidamente están las militares, que en cifras acumuladas contabilizan 41 y que en valores porcentuales representan 13.
Dos muertes, el 0.6%, son de otras fuerzas. De los 311 homicidios a manos de las fuerzas del orden, en 2014 fue cuando más hubo: 87. El año anterior (2013) fue el segundo, con 63. Y son los homicidios de las fuerzas de la seguridad nacional con armas de fuego las hegemónicas: nueve de cada 10 muertes fueron con ese tipo de artefactos.
Los más perjudicados por acciones de los elementos de la seguridad son los hombres, con el 95%.