Ejecutivos de la empresa de transporte interurbano Lila anunciaron el cierre temporal de sus operaciones por el cobro de extorsiones.
La decisión de esa compañía se dio dos días después de que la empresa de transporte Flores también dejó de operar por la misma razón.
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Personas fueron las asesinadas en 2019 debido a la extorsión, la mayoría eran choferes y ayudantes de los buses, según el Observatorio de la Violencia de la Unah.
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El cierre obedece al cobro de extorsiones por parte de las pandillas, pues de lo contrario corren peligro de ser asesinados.
Las instalaciones de la empresa Lila amanecieron ayer resguardadas por agentes de la Policía Nacional y de la Policía Militar.
La compañía cubre la ruta entre Tegucigalpa y la ciudad de Marcala, departamento de La Paz.
El cierre de dicha empresa se suma al anunciado por la compañía de transporte Flores, el pasado domingo, de suspender operaciones en su ruta a La Paz por el cobro de extorsiones.
“A nuestra clientela les comunicamos que estaremos fuera de servicio hasta nuevo aviso”, indicaron sus ejecutivos en un cartel colocado en el interior de las instalaciones de la empresa.
Según dirigentes del transporte, los pandilleros les exigen cuantiosos pagos al mes a cambio de no asesinar a los choferes de los autobuses o incendiar las unidades.
Las autoridades de la Policía Nacional atribuyen la mayoría de los ataques al sector transporte a la Mara Salvatrucha (MS13) y a la pandilla 18.
