Con varias heridas de arma de fuego en la cabeza encontraron ultimados ayer a dos hermanos en Cofradía en el lugar conocido como La Arenera situado en el sector de Rancho Manacal.
Los cadáveres de Carlos Orlando y Jorge Rolando Orellana Erazo fueron hallados cerca del pick up Toyota Tacoma color champán con placas PDJ1468, en el cual se conducían cuando fueron privados de su libertad en la colonia San Jorge del sector de Cofradía.
Los familiares de los hermanos Orellana Erazo llegaron ayer a la morgue forense en las primeras horas de la mañana en busca de ellos, pues estaban desaparecidos desde el miércoles.
Después de constatar que en la morgue no estaban los desaparecidos, los parientes de Jorge Rolando y Carlos Orlando se fueron a la primera estación de la Policía, ahí recibieron información telefónica que en el sector de Manacal Rancho en una calle de tierra en el lugar conocido como La Arenera estaban dos hombres muertos. A eso de las 12:30 pm, los familiares de los dos hermanos llegaron al lugar donde estaban los dos hombres victimados y constataron que eran Carlos Orlando y Jorge Rolando Orellana Erazo. Carlos vivía en Choloma y el martes se fue para donde su hermano Jorge Rolando a la colonia San Jorge para ver por televisión juntos el partido de la selecciones de fútbol de Honduras y El Salvador.
Los hermanos durante el desarrollo del partido estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas.
El miércoles, Jorge Rolando y Carlos Orlando siguieron ingeriendo bebidas embriagantes y la última vez que los miraron fue a eso de las 10:00 am de ese día en la entrada de la colonia San Jorge frente a un minisúper. Después de ese momento no volvieron a saber nada de los dos hermanos y como no aparecían empezaron a buscarlos y llamarlos a sus celulares, pero no contestaban. Los familiares de Carlos Orlando y Jorge Rolando Orellana manifestaron que ellos eran personas trabajadoras y luchadoras. Indicaron que Carlos Orlando se dedicaba al comercio de la comida y Jorge Rolando era mecánico en una maquila. Ariela Madrid, esposa de Carlos Orlando Orellana, dijo que pide que se haga justicia y que el crimen de su esposo y el de su cuñado no queden en la impunidad.
Madrid expresó que una de las ilusiones de su esposo era graduar a sus dos hijas. Indicó que ellos antes vivían en la colonia San Jorge y se fueron a residir a Choloma porque su esposo había recibido amenazas y le tenían envidia. A los ahora occisos les robaron el dinero que andaban y sus pertenencias.
Las víctimas fueron encontradas en una calle de tierra del sector Rancho Manacales.
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