La consternación, el dolor y el llanto invadió a los vecinos de la comunidad de La Laguna al darle el último adiós a nueve de sus hijos en el cementerio de la comunidad.
Las honras fúnebres se llevaron a cabo ayer, bajo un fuerte dispositivo de seguridad policial, eso para evitar que ocurriera otra tragedia similar al momento del sepelio de las nueve personas que fueron acribilladas a balazos en una emboscada en el sector de La Brea de El Portillo, del municipio de Comayagua, la tarde del lunes 6 de marzo, por criminales que no han sido capturados por las autoridades.
Los muertos son cuatro hermanos, identificados como Limbert Joel, Carlos Humberto, Miguel Ángel y Henry Ismael Aguilar del Cid.Además, los también hermanos Ismael y José Aguilar Morales, que eran tíos de los cuatro hermanos, es decir, de una misma familia fueron seis las personas muertas.
En posesión de un arma de fuego fue capturado un ciudadano de 18 años, a quien vieron sospechoso en el funeral de las víctimas de la masacre ocurrida la tarde del lunes en la comunidad de El Portillo de las Moras. “Por tratarse de una persona ajena a la comunidad será investigado”, dijo la Policía.
Los otros tres son Rosa Delia Canales Alemán -que era maestra-, Hernán Domínguez y su yerno Edwin Anael Hernández Cálix. José Ubaldo Canales, padre de Rosa Delia Canales Alemán, muy consternado dijo que por andar buscando una plaza se subió en el carro equivocado.
Rosa Delia iba de jalón a su casa en el “pick up” color negro.En medio del dolor por haber perdido a su hija no pudo evitar reprochar la situación.
“Desgraciadamente, la muerte le llega por andar buscando trabajo, porque este país es tan arruinado que no le da trabajo a los profesionales”, dijo don José con su rostro visiblemente afectado a minutos de haberle dado el último adiós a su hija en el cementerio de la aldea La Laguna, Comayagua.
Comentó que después de graduarse, Rosa Delia trabajó cinco años en el Programa Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco) y por temas políticos la despidieron.
Los últimos años, la licenciada en Educación Básica estuvo de concurso en concurso de docentes y en el más reciente logró pasarlo. “Por andar buscando una plaza donde ubicarse mi hija se montó en el carro equivocado”, lamentó.
