Tegucigalpa, Honduras.
Su astucia para montar vigilancia, dibujar croquis y planificar masacres permitió que la ciudadana estadounidense Amarjit Pabla, alias la Chucky, asumiera como subjefa de la pandilla 18 en la colonia El Pedregal, de esta capital.
“A pesar de que ella no era la cabecilla, todo se lo consultaban, tiene una mente criminal y es una mujer fría al momento de tomar decisiones, como matar a sus rivales”, comentó una fuente policial ligada a la investigación de las masacres.
Según las autoridades hondureñas, la joven nacida en la ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos, habría integrado la pandilla en su país natal y luego se trasladó a Honduras y se instaló en la colonia Divanna, y al integrarse a la pandilla comenzó una relación amorosa con Cristian Cálix, alias Little Sam.
Luego, la misma pandilla la trasladó a la colonia El Pedregal, desde donde se movilizaba a varios sectores controlados por la MS-13 y donde era una desconocida.
La Chucky se vestía de colegiala para vigilar los movimientos de la MS-13, aprovechando que ella no era conocida por ellos.
Ayer, en audiencia inicial, el juez que conoció el caso dictó auto de formal procesamiento con prisión preventiva en contra de la Chucky y Merly Cox, ambas acusadas por portación ilegal de armas y tráfico ilícito de drogas.
Su astucia para montar vigilancia, dibujar croquis y planificar masacres permitió que la ciudadana estadounidense Amarjit Pabla, alias la Chucky, asumiera como subjefa de la pandilla 18 en la colonia El Pedregal, de esta capital.
“A pesar de que ella no era la cabecilla, todo se lo consultaban, tiene una mente criminal y es una mujer fría al momento de tomar decisiones, como matar a sus rivales”, comentó una fuente policial ligada a la investigación de las masacres.
Según las autoridades hondureñas, la joven nacida en la ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos, habría integrado la pandilla en su país natal y luego se trasladó a Honduras y se instaló en la colonia Divanna, y al integrarse a la pandilla comenzó una relación amorosa con Cristian Cálix, alias Little Sam.
Luego, la misma pandilla la trasladó a la colonia El Pedregal, desde donde se movilizaba a varios sectores controlados por la MS-13 y donde era una desconocida.
La Chucky se vestía de colegiala para vigilar los movimientos de la MS-13, aprovechando que ella no era conocida por ellos.
Ayer, en audiencia inicial, el juez que conoció el caso dictó auto de formal procesamiento con prisión preventiva en contra de la Chucky y Merly Cox, ambas acusadas por portación ilegal de armas y tráfico ilícito de drogas.
