Tegucigalpa, Honduras
Tres expolicías hondureños fueron declarados culpables por habérseles encontrado responsables de los delitos de tortura en contra de los ciudadanos hondureños Francisco Joel Sevilla y Marcelino Ramírez Ramírez.
Los uniformados fueron identificados como Alex Mauricio Sierra Reyes, José Obed Matamoros Escoto y Edán Rodolfo Ramos Sánchez.
El 13 de febrero de 2013, en horas de la tarde, las víctimas estaban frente a una vivienda en la colonia Mary Flakles de Tegucigalpa cuando de pronto apareció una patrulla policial, cuyos agentes se bajaron a darle detención a los presentes.
Los perjudicados, sorprendidos, decidieron darse a la fuga ingresando a la vivienda de uno de ellos, de inmediato los uniformados ingresaron sin autorización y sin una orden judicial, una vez en el interior, detuvieron a los ofendidos.
Sevilla y Ramírez estuvieron privados de su libertad en una celda de la capital, en donde los agentes, como forma de castigo, comenzaron a golpearlos con el bastón (tolete) policial, al punto de provocarles moretones e incapacitarles para poder caminar.
'Incluso les colocaron bolsas plásticas sobre sus rostros y les obligaron a ingresar a un barril de basura', dice el informe del Poder Judicial.
Una compañera sentimental de las víctimas denunció a los agentes por la detención de su cónyuge y la de sus amigos.
Tres expolicías hondureños fueron declarados culpables por habérseles encontrado responsables de los delitos de tortura en contra de los ciudadanos hondureños Francisco Joel Sevilla y Marcelino Ramírez Ramírez.
Los uniformados fueron identificados como Alex Mauricio Sierra Reyes, José Obed Matamoros Escoto y Edán Rodolfo Ramos Sánchez.
El 13 de febrero de 2013, en horas de la tarde, las víctimas estaban frente a una vivienda en la colonia Mary Flakles de Tegucigalpa cuando de pronto apareció una patrulla policial, cuyos agentes se bajaron a darle detención a los presentes.
Los perjudicados, sorprendidos, decidieron darse a la fuga ingresando a la vivienda de uno de ellos, de inmediato los uniformados ingresaron sin autorización y sin una orden judicial, una vez en el interior, detuvieron a los ofendidos.
Sevilla y Ramírez estuvieron privados de su libertad en una celda de la capital, en donde los agentes, como forma de castigo, comenzaron a golpearlos con el bastón (tolete) policial, al punto de provocarles moretones e incapacitarles para poder caminar.
'Incluso les colocaron bolsas plásticas sobre sus rostros y les obligaron a ingresar a un barril de basura', dice el informe del Poder Judicial.
Una compañera sentimental de las víctimas denunció a los agentes por la detención de su cónyuge y la de sus amigos.
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