La Corte Interamericana de Derechos Humanos, Cidh, con sede en Costa Rica, condenó ayer al Estado de Honduras por el caso de la ambientalista, Blanca Jeannette Kawas, asesinada por sicarios el 6 de febrero de 1995.
La ambientalista teleña era la presidenta de la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat, Prolansate, tenía 48 años cuando fue asesinada de un balazo en su casa, la noche del 6 de febrero.
Las indagaciones determinaron que se trató de un crimen por encargo, pero la causa de su caso se encuentra inactiva desde el año 1996.
La abogada Clarisa Vega, en su calidad de perito, declaró que en Honduras actualmente existe un ambiente de persecución, amenazas y asesinatos en contra de ambientalistas, quienes son considerados por algunos grupos como enemigos del desarrollo.
Vega, quien fungió entre 1994 y 2003 como fiscal especial sobre medio ambiente, relató que su oficina indagó el caso de Kawas y documentó que el autor intelectual sería un coronel que tenía tierras en un parque nacional que la fundación de la ambientalista buscaba proteger. Sin embargo, dijo, no fue considerada la investigación.
Jacobo Kawas, hermano de la ambientalista, dijo el año pasado que esperaba que el proceso en la corte sirva para que 'se haga justicia' y 'no exista impunidad' del asesinato.
'Creo que de este juicio debe de salir algo positivo para que los que luchan por el medio ambiente y los derechos humanos puedan hacerlo con más libertad', añadió. La ambientalista se oponía a la explotación comercial del área de Punta Saldonde habitan más de mil 500 garífunas que resultarían afectados.
El 14 de enero de 2002, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, Cejil, y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús en Honduras, Eric, presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tres peticiones individuales en las que se responsabiliza internacionalmente al Estado de Honduras por los asesinatos de Blanca Jeannette Kawas, Carlos Escaleras y Carlos Luna López.
