Tegucigalpa, Honduras
El recuerdo de la jovencita amigable y cariñosa está intacto en la mente de familia y amigos de Merelyn Abigaíl Espinoza Bustillo (14), estudiante del Instituto Zurisadai, ubicado en el centro de la capital.
La jovencita de 14 años fue asesinada el pasado fin de semana luego de aceptar una invitación a cenar de una persona desconocida.
Merelyn o la Chaparra, como le decían sus amigos, o Mochito, como cariñosamente la llamaba su padre, el periodista Rony Espinoza, a su edad era una niña simpática que no desaprovechaba la oportunidad para fotografiarse y mostrar su belleza en redes sociales.
Merelyn era la menor de tres hermanos, un varón y otra mujer, con quienes tenía una relación de confianza, incluso su hermana asegura que eran confidentes.
El próximo 24 de noviembre, la niña cumpliría 15 años. “Estaba emocionada y alegre y nos había invitado a todos”, dijo uno de sus amigos. “Ella no va a bailar vals, no va a celebrar sus 15 años porque me la mataron”, condenó su padre Rony Espinoza.
Investigaciones
Fuentes ligadas a los cuerpos de investigación revelaron que el asesinato de Merelyn podría ser esclarecido gracias a la tecnología, pues, según agentes asignados al caso, la clave está en las cuentas de redes sociales de la menor. Sin embargo, será el vaciado telefónico el que esclarezca el crimen.
A pesar de que el teléfono celular de la niña no fue encontrado, las autoridades confían en que con el vaciado de las últimas llamadas y las conversaciones de Whatsapp se encuentren las claves para determinar la identidad del responsable o los responsables del crimen.
El recuerdo de la jovencita amigable y cariñosa está intacto en la mente de familia y amigos de Merelyn Abigaíl Espinoza Bustillo (14), estudiante del Instituto Zurisadai, ubicado en el centro de la capital.
La jovencita de 14 años fue asesinada el pasado fin de semana luego de aceptar una invitación a cenar de una persona desconocida.
Merelyn o la Chaparra, como le decían sus amigos, o Mochito, como cariñosamente la llamaba su padre, el periodista Rony Espinoza, a su edad era una niña simpática que no desaprovechaba la oportunidad para fotografiarse y mostrar su belleza en redes sociales.
Merelyn era la menor de tres hermanos, un varón y otra mujer, con quienes tenía una relación de confianza, incluso su hermana asegura que eran confidentes.
El próximo 24 de noviembre, la niña cumpliría 15 años. “Estaba emocionada y alegre y nos había invitado a todos”, dijo uno de sus amigos. “Ella no va a bailar vals, no va a celebrar sus 15 años porque me la mataron”, condenó su padre Rony Espinoza.
Investigaciones
Fuentes ligadas a los cuerpos de investigación revelaron que el asesinato de Merelyn podría ser esclarecido gracias a la tecnología, pues, según agentes asignados al caso, la clave está en las cuentas de redes sociales de la menor. Sin embargo, será el vaciado telefónico el que esclarezca el crimen.
A pesar de que el teléfono celular de la niña no fue encontrado, las autoridades confían en que con el vaciado de las últimas llamadas y las conversaciones de Whatsapp se encuentren las claves para determinar la identidad del responsable o los responsables del crimen.