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Con el dolor de no verla más sonreír, sus amigos le dicen hasta siempre, Claudia

  • 20 agosto 2015 /

Tegucigalpa, Honduras.

En su ataúd se ve una foto de ella en vida, rosas rojas y una gran cantidad de fotografías que encierran miles de recuerdos con sus amigos y con sus compañeros de brigadas médicas.

Ella, vestida como un ángel, reposa plácidamente y deja con su partida un enorme agujero en el que cae la frustración de no poder verla sonreír de nuevo. Hoy sus seres amados le dicen hasta siempre, Claudia. La tristeza llena por completo los corazones de los amigos y familiares de Claudia Mariela Sánchez.

La joven estudiante de la carrera de Odontología que fue asesinada el pasado miércoles en el bulevar Centroamérica fue velada ayer por sus familiares en una funeraria de la capital.

Su partida deja un gran vacío para quienes la conocieron.

Al funeral llegaron parientes y amigos que consternados por la triste noticia aseguran no creer la dura realidad.

Claudia era la hija única y el orgullo de su madre Claudia Carías.

Según declaraciones de sus compañeras, Claudia estaría recibiendo su título como odontóloga en marzo del próximo año; pero esa ilusión se quedará inconclusa.

Claudia vivía para su madre, sus principios de amor y cariño se vieron reflejados en cada uno de sus actos.