San Pedro Sula, Honduras.
Cinco grupos de delincuentes amenazan directamente a transportistas de Choloma afirmando que ellos cometieron el crimen del conductor William Baquedano, ocurrido el miércoles 30 de marzo en el barrio El Centro de esa localidad, dentro de la unidad de transporte.
Con esa afirmación, los hechores no han dejado de llamar a transportistas amenazándolos de que si no pagan 500 lempiras semanales por cada bus matarán a otros de los conductores.
Las constantes amenazas obligaron a que los motoristas pararan las unidades de transportes de dos empresas que operan de Choloma a San Pedro Sula.
El temor ha invadido a los choferes y ayudantes que han pagado extorsiones hasta del dinero de sus salarios para evitar ser víctimas de los grupos que les cobran por circular en las calles.
Las autoridades policiales y militares trabajan en la investigación, pero no han logrado identificar a ninguno de los grupos que amenazan a los dueños y conductores de las unidades. Las amenazas aumentaron a raíz del crimen ocurrido la mañana del 30 de marzo cuando el motorista William Baquedano fue atacado por un sicario que le hizo parada al bus en las cercanías del estadio de Choloma y al abordar le disparó.
El ayudante logró salir por una de las ventanas del bus. Testigos aseguraron que el hechor sin decir nada se subió al bus y con una pistola le disparó. “De la reacción por el miedo al ver el ataque, el ayudante quebró el vidrio de una ventana trasera y huyó”, dijo el ciudadano. Dos de las empresas de transporte que tienen mayor número de unidades son las más amenazadas por los grupos que se han responsabilizado del asesinato del conductor y que a diario amenazan a los transportistas.
Las autoridades suponen que los grupos se han aprovechado para exigir el dinero tanto a los dueños de los buses como a los conductores. Investigaciones han confirmado que algunos de los delincuentes que se comunican en nombre de los grupos de extorsionadores han sido identificados.
A diario, los transportistas víctimas de las extorsiones reciben decenas de llamadas telefónicas de diferentes números de celulares, por lo que eso tiene más desesperados a los transportistas que no quieren poner a trabajar las unidades por el temor de que sucedan más crímenes en las rutas que prestan el servicio a San Pedro Sula.
Cinco grupos de delincuentes amenazan directamente a transportistas de Choloma afirmando que ellos cometieron el crimen del conductor William Baquedano, ocurrido el miércoles 30 de marzo en el barrio El Centro de esa localidad, dentro de la unidad de transporte.
Con esa afirmación, los hechores no han dejado de llamar a transportistas amenazándolos de que si no pagan 500 lempiras semanales por cada bus matarán a otros de los conductores.
Las constantes amenazas obligaron a que los motoristas pararan las unidades de transportes de dos empresas que operan de Choloma a San Pedro Sula.
El temor ha invadido a los choferes y ayudantes que han pagado extorsiones hasta del dinero de sus salarios para evitar ser víctimas de los grupos que les cobran por circular en las calles.
Las autoridades policiales y militares trabajan en la investigación, pero no han logrado identificar a ninguno de los grupos que amenazan a los dueños y conductores de las unidades. Las amenazas aumentaron a raíz del crimen ocurrido la mañana del 30 de marzo cuando el motorista William Baquedano fue atacado por un sicario que le hizo parada al bus en las cercanías del estadio de Choloma y al abordar le disparó.
El ayudante logró salir por una de las ventanas del bus. Testigos aseguraron que el hechor sin decir nada se subió al bus y con una pistola le disparó. “De la reacción por el miedo al ver el ataque, el ayudante quebró el vidrio de una ventana trasera y huyó”, dijo el ciudadano. Dos de las empresas de transporte que tienen mayor número de unidades son las más amenazadas por los grupos que se han responsabilizado del asesinato del conductor y que a diario amenazan a los transportistas.
Las autoridades suponen que los grupos se han aprovechado para exigir el dinero tanto a los dueños de los buses como a los conductores. Investigaciones han confirmado que algunos de los delincuentes que se comunican en nombre de los grupos de extorsionadores han sido identificados.
A diario, los transportistas víctimas de las extorsiones reciben decenas de llamadas telefónicas de diferentes números de celulares, por lo que eso tiene más desesperados a los transportistas que no quieren poner a trabajar las unidades por el temor de que sucedan más crímenes en las rutas que prestan el servicio a San Pedro Sula.
